Con respecto al artículo publicado por el Sr. Carlos Balboa en la páginahttp://www.deboedovengo.com, noto que el mismo ha hecho un esfuerzo por denostar una posición, pero finalmente sus propios argumentos terminan reforzando esa posición. Vayamos por partes:
Es bien conocida la costumbre casi generalizada de intentar ignorar la historia, el pasado. En ocasiones para lograr esto se trata de desmerecer ese pasado comparando sus deficiencias con las bondades del presente. En este contexto, y exagerando algo la cuestión, se podría llegar a decir que el cruce de la Cordillera por parte del General San Martín no tuvo tanto mérito ya que actualmente se puede hacer en poco menos de una hora… en avión. Yendo a nuestro tema el Sr. Balboa habla de las “pretensiones de equiparar los títulos del Amateurismo y todo tipo de competiciones irregulares extintas con los lauros de la Era Profesional”. Seguramente al hablar de competiciones irregulares olvidó aquel torneo profesional donde no existían los empates, o aquel otro donde un equipo para quedar eliminado debía perder dos veces, o aquellos donde los equipos no llegaban a enfrentarse todos contra todos, o tal vez otros certámenes llamados Promocionales donde los clubes jugaban ¡por nada! Considero que sería muy temerario afirmar que durante el Profesionalismo los torneos fueron siempre competiciones impecables y regulares. Por otra parte quitarle mérito a una competición por ser extinta, es casi como decir que por la misma causa no contaron los dinosaurios, o quitarle valía a tantas figuras de nuestro fútbol que ya no están con nosotros. De acuerdo a este mismo criterio no se deberían tener en cuenta dentro del Profesionalismo a los Torneo Nacionales ya que son “competiciones irregulares extintas”. Quizás se debería acotar que, con las mismas pautas, también el campeonato 2016 es una “competencia extinta” y ha pasado a formar parte de la historia.
El Sr. Balboa puede que no tenga bien en claro la diferencia entre el historiador y el estadígrafo. El primero se dedica a bucear, investigar la historia e informar sobre lo acontecido. El estadígrafo toma estas informaciones y las codifica según su propio criterio, que no tiene necesariamente que coincidir con los de otro estadígrafo, siempre y cuando las estadísticas estén basadas en normas lógicas y que puedan resistir a un debate. En este marco el Estatuto del CIHF lo define como “una entidad sin fines de lucro cuyos objetivos son investigar, divulgar y promover los distintos aspectos de la historia del fútbol argentino y mundial, en un marco de convivencia, intercambio de información y debate”. Como se podrá apreciar el CIHF no se atribuye la potestad de armar estadísticas, ni mucho menos la de realizar una ponderación o “unificación de títulos”. De hecho, en un debate efectuado en el seno de la identidad respecto de la consideración de cómo debían adjudicarse los títulos del año 1936, los integrantes del CIHF aportaron todos los argumentos legales y periodísticos, pero finalmente no se definió una postura oficial de Centro ante la diversidad de opiniones de índole estadísticas.
El CIHF siempre ha insistido en su postura de que debía unificarse la historia del fútbol argentino (no la de los títulos) considerando que una simple medida económica no tenía entidad suficiente como para barrer de un plumazo la historia acumulada durante más de cuatro décadas. Quienes pretenden desmerecer los torneos amateurs, sin embargo, no dejan de lado el subcampeonato olímpico de 1928, ni el Mundial de 1930, ni las Copas América disputadas desde 1916, ni los encuentros de nuestra Selección en ese mismo período, siendo que los mismos fueron disputados por jugadores supuestamente “amateurs”. Me resulta muy pueril que se pueda suponer que esta posición del CIHF tiene como intención favorecer a determinadas instituciones; en tal caso podríamos suponer que la oposición a nuestra postura es para perjudicar a esas instituciones. No es un invento del CIHF que durante el Amateurismo Racing haya ganado siete campeonatos consecutivos; sus rivales tuvieron las mismas posibilidades para hacerlo. No es una mentira histórica que durante el Amateurismo Boca Juniors haya superado a San Lorenzo. Alejandro Fabbri –miembro del CIHF y reconocido hincha de Platense- simplemente refrescó la estadística de ese clásico abarcando la historia completa y no limitándolo al período que favoreció a uno de ellos; el enojo del Sr. Balboa por esa actualización deja ver a las claras la defensa de sus intereses particulares; similares a los que pretende denunciar. La reducción de 11 a 3 no se produjo por “arte de magia” sino por la aceptación de que la historia del fútbol argentino es una sola, independientemente de la caprichosa separación en etapas que se quiso imponer (o que parte del periodismo decidió adoptar por comodidad luego de la publicación de la obra del Sr. Pablo Ramírez). De la misma forma que la historia de la humanidad es una sola pese a que para su mejor estudio se la divida en Edades.
Para finalizar: el Sr. Balboa pertenece a una entidad que realizó presentaciones en la AFA para que se le reconozca un título; el mismo no estaba negado por dicho organismo, en forma “histórica” (figura en la Memoria y Balance), pero la pretensión del club era que se reconociera en forma “estadística” (o sea, que diga que en tal columna debe agregarse el “palote”). A este mismo señor le resulta ofensivo que lo que él considera un “grupúsculo” íntimamente vinculado al CIHF (aclaro que el CIHF no tiene “vinculaciones íntimas”, simplemente asociados), formado mayoritariamente por hinchas de Racing, pretenda que se le reconozca “históricamente” a su entidad los títulos legítimamente obtenidos durante la época Amateur.
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