Lejos de la memoria popular, el autor de esta nota rescata una rivalidad de los comienzos del fútbol rioplatense. Un clásico entre rosarinos y uruguayos que contó con las mejores figuras del amateurismo de ambas asociaciones. Desde Gabino Sosa hasta Piendibene, desde el Chueco García hasta Obdulio Varela. Un artículo imperdible y, como decían las viejas revistas infantiles, para recortar y guardar.
Por Ricardo Gorosito (Buenos Aires, Argentina), socio del CIHF.
Cuando el 30 de marzo 1905 se fundó la Liga Rosarina de Fútbol, ya Rosario Athletic y Rosario Central disputaban de igual a igual con porteños y uruguayos las clásicas Copas de Competencia y de Honor. Luego se agregaron Newell’s, Provincial, Central Córdoba, Argentino de Rosario (por entonces llamado Nacional) y Tiro Federal, quienes comenzaron a reafirmar la calidad de un estilo de juego que llenaba la vista por su belleza y virtuosismo.
A poco de creada, la entidad formó su propia selección, con camiseta roja y blanca, y comenzó a competir con su similar porteña. También llegaron los primeros aportes de sus jugadores a la Selección argentina, tales los casos de Zenón Díaz (el primero), Manuel P. González y José Viale.
Un dirigente porteño, Mariano Reyna, propuso entonces la realización de un encuentro anual entre la selección rosarina y su similar de la Asociación Uruguaya por un trofeo que se llamó “Copa Asociación Argentina”. Anteriormente, previo a la disputa del torneo por la Copa América del Sud de 1910, ya se habían enfrentado amistosamente en Rosario, con el saldo de un empate en dos goles.
Así se inició, el 3 de noviembre de 1912 este verdadero clásico. Los primeros encuentros resultaron favorables a los celestes. Los orientales habían formado aquel famoso equipo llamado “los maestros del 12”, en el que descollaban las figuras de Saporiti, Foglino, Pacheco, Carlos Scarone y Piendibene, entre otros.
Pero los rosarinos no se amilanaron por esos primeros resultados adversos y ya en la edición de 1914 (jugada en 1915), se alzaron con una victoria por 3 a 2 con los goles de Carlos Guidi, aquel notable delantero de Tiro Federal. El éxito se repitió en 1919 cuando golearon por 4 a 1, con tantos de Humberto y Julio Libonatti, Ernesto Celli y el gran Gabino Sosa.
En el partido de 1918, que ganó Uruguay en Montevideo, el arquero de los celestes fue Roberto Chery, aquel que en el Sudamericano del año siguiente en Brasil falleció como consecuencia de una hernia inguinal que le produjo un choque con un adversario chileno.
El trofeo sufrió un paréntesis a partir de 1919 por el cisma que afectaba al fútbol argentino, y se reanudó en 1923 con el primer triunfo albirrojo en Montevideo por 3 a 1. Todos los goles los señaló Vicente Aguirre, de los “charrúas” del barrio La Tablada.
La década del 20 estuvo signada por conflictos en ambas orillas. Los uruguayos se enfrentaron entre sí a partir de 1922 en una puja que duró hasta 1926, cuando el presidente de la Nación, José Serrato, intervino para lograr la unificación, que en definitiva consiguió.
Es de destacar que mientras el fútbol argentino estuvo dividido, entre 1919 y 1926, la Asociación Rosarina cedió jugadores a las dos ligas porteñas para integrar la Selección, excepto en 1925 por un conflicto.
No obstante la solución a que se llegó en 1927 en las dos márgenes del Plata, sólo se llevó a cabo el partido de 1929, ganado por Uruguay en Rosario.
Ya instalado el profesionalismo, el tradicional encuentro se reanudó en 1934 y se prolongó, con algunas intermitencias hasta 1947, fecha del último enfrentamiento. Posteriormente, entre 1958 y 1960 disputaron algunos amistosos pero sin que estuviera en juego el trofeo.
En total fueron 24 partidos por la Copa Asociación Argentina, de los que Uruguay ganó 14, Rosario 7 y empataron los 3 restantes. Rosario señaló 33 goles y Uruguay 54.
No podemos dejar de recordar algunos nombres que han protagonizado este duelo. Por Rosario mencionaremos al “Chueco” García, los hermanos Libonatti, Sebastián Guzmán, Julio Gómez, César de Miguel, Blas Saruppo, los Celli, Gabino, los Hayes, Viale, Waldino Aguirre y un cordobés de nacimiento, pero futbolísticamente rosarino, que luego brilló en la Selección celeste: Juan Eduardo Hohberg.
Y qué decir de Uruguay, donde junto a los mencionados más arriba, agregaremos a Roberto Porta, Atilio García, Obdulio y Severino Varela, Isabelino Gradín, Ángel Romano, Pablo Dacal, Vicente Módena, Bibiano Zapirain y el “manco” Héctor Castro entre otros.
El detalle de los partidos es el siguiente:
03-11-12 Rosario Rosarinos 0-4 Uruguayos
14-09-13 Montevideo Uruguayos 5-0 Rosarinos
24-10-15 Rosario Rosarinos 3-2 Uruguayos
05-12-15 Montevideo Uruguayos 3-1 Rosarinos
19-11-16 Montevideo Uruguayos 4-1 Rosarinos
09-07-17 Rosario Rosarinos 0-1 Uruguayos
16-12-18 Montevideo Uruguayos 3-1 Rosarinos
28-09-19 Rosario Rosarinos 4-1 Uruguayos
01-07-23 Montevideo Uruguayos 1-3 Rosarinos
25-08-29 Rosario Rosarinos 1-2 Uruguayos
11-12-34 Rosario Rosarinos 5-2 Uruguayos
22-12-34 Montevideo Uruguayos 2-2 Rosarinos
28-12-35 Montevideo Uruguayos 2-4 Rosarinos
27-09-36 Rosario Rosarinos 1-1 Uruguayos
05-09-37 Montevideo Uruguayos 1-0 Rosarinos
26-09-37 Rosario Rosarinos 0-0 Uruguayos
23-10-38 Montevideo Uruguayos 3-0 Rosarinos
03-12-37 Rosario Rosarinos 1-3 Uruguayos
19-06-41 Montevideo Uruguayos 3-0 Rosarinos
13-07-41 Rosario Rosarinos 2-0 Uruguayos
30-12-44 Montevideo Uruguayos 5-0 Rosarinos
06-01-45 Rosario Rosarinos 2-1 Uruguayos
11-02-47 Montevideo Uruguayos 2-1 Rosarinos
15-03-47 Rosario Rosarinos 1-3 Uruguayos
Además se disputaron los siguientes encuentros amistosos donde no estuvo en juego la Copa donada por Mariano Reyna:
05-06-10 Rosario Empate 2-2
01-11-24 Rosario Empate 3-3
22-09-29 Rosario Uruguayos 3-2
30-08-30 Buenos Aires Rosarinos 2-1
14-10-36 Buenos Aires Rosarinos 1-0
20-06-58 Rosario Rosarinos 2-0
18-07-58 Montevideo Uruguayos 1-0
09-07-59 Rosario Empate 0-0
25-08-59 Montevideo Empate 0-0
20-06-60 Rosario Rosarinos 2-1
Rosarinos y uruguayos: una costumbre que se perdió en el tiempo, pero que dejó recuerdos imperecederos. Bravos entreveros de una época de oro, irrepetible en este fútbol de hoy, en el que las viejas competencias parecen haber quedado en el olvido. Por eso se nos hizo un deber rescatarlas.
Imagen: Mariano Reyna, con la camiseta de Alumni, En su rol de dirigente propuso a la Asociación Argentina que donara una copa para que la jugaran rosarinos y orientales.
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