Por Claudio Keblaitis (Buenos Aires, Argentina), socio del CIHF.
Sistemáticamente se han reproducido errores en lo concerniente a la ubicación de los primeros fields del Independiente Football Club, denominación primigenia del Club Atlético Independiente desde su nacimiento informal en agosto de 1904 hasta su traslado a la ciudad de Avellaneda en 1907. Esta investigación pretende poner las cosas, es decir las canchas, en su justo lugar. Revisando planos antiguos, periódicos de la época y reportajes a parientes de los fundadores se ha logrado unir este rompecabezas.
Gaona y Donato Álvarez: sólo un campo de entrenamiento.
Una vez constituido informalmente el club, el 24 de agosto de 1904 y con una Comisión directiva Provisoria en funciones, los pioneros del IFC se dedicaron de lleno a buscar dentro de la ciudad un terreno apto para la práctica del fútbol.
Un enorme terreno trapezoidal delimitado por el Camino de Gauna (Gaona), Caballito (Martín de Gainza), 2ª Gauna (Neuquén) y Bella Vista (Donato Álvarez) permanecía indiviso y un extremo de él fue adquirido en 1897 por la Asociación Católica Irlandesa, en el cual construyó el Colegio Santa Brígida. Anexo a éste un gran potrero era utilizado para practicar diversos deportes. Es este terreno (hoy Plaza Irlanda) en la intersección del Camino o Boulevard de Gauna (Gaona) y Bella Vista (Donato Álvarez) el que erróneamente es considerado como el primer field del IFC. Este potrero solo fue utilizado para entrenamientos y picados informales (El Gráfico 962, pág. 6 del 15/12/1937). No existe crónica alguna de la época que haga referencia a partido o desafío alguno en este lugar. Sí en cambio se la nombra como “una cancha improvisada, la cual no contaba siquiera con arcos, los cuales se marcaban con cuanto elemento se pudiera encontrar” (Historia de Plaza Irlanda).
Primera cancha del IFC: Camarones y Boyacá.
En los primeros años del siglo XX la urbanización del pueblo de Flores llegaba apenas hasta el Camino de Gauna (Gaona), a partir de allí comenzaban grandes descampados, una zona semirrural con extensos alfalfares, tambos, quintas y hornos de ladrillos. Varias industrias insalubres sentaban sus reales en la zona para arrojar sus desechos en el Arroyo Maldonado, una de éstas era el Lavadero de Flores que vertía sus enjuagues en el pestilente arroyo. Para salvarlo había que atravesar un puente de madera por Boyacá ingresando en la naciente Villa Santa Rita, a la derecha, había un amplio lote, sucesión de Ventura Martínez delimitado por la misma Boyacá, Médanos (Juan A. García), Andrés Lamas y con fondos al Arroyo Maldonado. En la intersección de este terreno con la calle Camarones, el IFC instaló su primer field, muy cercano al actual estadio de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. Esta zona hoy es catastralmente Villa General Mitre, en 1905 formaba todavía parte de Flores.
Para orientar a los visitantes se había clavado en la pared del Almacén Del Chioddo una chapa con la leyenda “Al field del Independiente Foot-Ball Club” y una mano con el índice extendido señalando la dirección, al noroeste de la esquina de Gaona y Boyacá, donde estaba ubicado dicho almacén. Esa chapa subsistió hasta el año 1935 oxidándose gradualmente hasta que alguien la tiró o la guardó convirtiéndola en una de las más preciadas piezas de museo de la mitología independentista.
Para llegar al field los equipos del centro tomaban el tranvía en Callao y Córdoba, el que por ésta se dirigía al oeste desviando en Chaco (Ángel Gallardo) y siguiendo por Gaona hasta la esquina de Boyacá donde era usual que uno o más integrantes del equipo local los esperasen a fin de llevarlos hasta el field caminando las diez cuadras que los separaban de la parada del tranvía.
El partido inaugural
Aquí se rectifica otro error oficializado por la reiterada reproducción del error inicial del primer partido jugado por el IFC contra Atlanta. Suele decirse que fue en cancha de Independiente, y para peor, en Gaona y Bella Vista, cuando fue jugado en Floresta, en cancha de Atlanta (Provincias Unidas – hoy Juan B. Alberdi- y Escalada). Suele afirmarse que fue un empate de 2 a 2, cuando en realidad fue triunfo de Atlanta por 1 a 0, con gol de I. Cabred. Este partido, el primero que jugara el IFC fue disputado el día domingo 15 de enero de 1905 y no el jueves 19 de enero, día de la aparición del diario con la noticia.
Las crónicas de la época registran como match inaugural del field de Flores, un partido ante el equipo de Maipo – Banfield Football Club, justamente el equipo del cual se desprendieron los fundadores para crear el IFC.
“Se jugó el domingo 22. A las 4.30 PM los dos teams se pusieron a las órdenes del referee Sr. R. Degiorgi y dióse comienzo al match que fue muy reñido y terminó en un empate 0 a 0.
El team del IFC estaba representado por los jugadores siguientes:
Goalkeeper: Arístides Langone (cap);
backs: Cristóbal García y Andrés Ferrier;
halves: C. Dume, A. Dume, y N. Nunciante
forwards: Luis Bassou, Ernesto Degiorgi, García, Alfredo Langone y Juan Darnay.
El goal del IFC se portó muy bien”.
Cabe acotar que este partido suele aparecer como triunfo del IFC (1 a 0) en esas erróneas historias tendenciosas. ¿Cuál es el problema de no haber ganado los partidos iniciales? Si cien años después el Club es una institución plena de logros, triunfos y reconocimiento internacional. ¿Por qué canonizar una serie de hechos ficticios para acrecentar una gloria que se hace mayor precisamente por haber superado aquellos primeros escollos y dificultades?
En este campo de juego el IFC disputaría varios desafíos entre ellos con el Almirante Togo que desembocó en una descomunal gresca con navajazos y manoplazos entre los “players”. El primer triunfo indiscutido llegaría el 7 de mayo ante el Albion al cual derrotó por 11 a 0.
Segunda cancha: Bella Vista y Camino a San Martín.
A mediados de septiembre de 1905, el IFC abandona la cancha de Camarones y Boyacá y se trasladan a una pocas cuadras de allí: a Bella Vista (Donato Álvarez) al 2000, intersección con el Camino a San Martín (hoy Avenida San Martín), vértice de un amplio terreno triangular que cerraba por debajo el Arroyo Maldonado, perteneciente a la sucesión de Jorge Klein.
Es en este terreno que comienzan los acercamientos hacia la afiliación a la Liga Oficial. Previamente organiza la disputa del Trofeo Independiente, ganado por el representativo de La Prensa. Las autoridades de la AFA se habían puesto estrictas en lo respectivo al cumplimiento del artículo 4º del reglamento, que trataba de las condiciones de las canchas: alambrado perimetral, cerca de madera, medidas reglamentarias, casilla de madera para vestuarios, accesos no inundables. Todo esto era incumplible para el nuevo field de Villa Mitre, con el agravante que el terreno era ajeno, se encontraba en sucesión y no mediaba contrato alguno de alquiler que asegurase en caso de invertir en las mejoras una estabilidad en el tiempo. Sumémosle la proximidad del Maldonado que convertía en laguna la cancha ante la primer lluvia fuerte, la resultante fue buscar otro field más apropiado.
Tercera cancha: Alvear y Tagle (del Maldonado a la Recoleta).
En diciembre de 1905 la nueva Comisión Directiva electa, nombra de inmediato una subcomisión para conseguir un field que se adecue a los requisitos del artículo 4º de AFA. Logran obtener el alquiler por 10 pesos mensuales de una de las canchas del campo de deportes del Colegio Nacional Oeste (actual Colegio Mariano Moreno). Este field ubicado en el terreno que hoy ocupa la Plaza República Oriental del Uruguay en ese entonces era un campito delimitado por Avenida Alvear (Avenida del Libertador), Tagle, Austria y el viaducto del Ferrocarril de Buenos Aires y Rosario el cual circulaba por la actual Avenida Figueroa Alcorta, en ese entonces inexistente. En ese campo deportivo había jugado Estudiantil Porteño, lo hacían también los equipos de las distintas facultades de la Universidad de Buenos Aires, el equipo de Mariano Moreno y el Benito Villanueva. Varios años después lo haría River Plate. Esa zona era conocida como La Tierra del Fuego, por los abundantes linyeras que hacían rancho en los aledaños.
El field cumplía con todos los requerimientos de la AFA que presentaba la flamante conducción de Florencio Martínez de Hoz, primer presidente “argentino” de la Argentine Football Asociation.
Se obtiene la inscripción del IFC en la tercera división de la Liga Oficial, que compartía la zona C con Atlanta, General Urquiza, Estudiantes A y B, General Belgrano, y con un equipo de extraña y llamativa camisa a cuadros celestes y rosados: nada menos que el futuro rival de toda su vida, el Racing Football Club de Avellaneda.
Llega el momento del inicio del campeonato oficial y el field no logra superar la última inspección de los estrictos lacayos de Martínez de Hoz, el césped había quedado raleado por la intensa disputa del torneo de verano de la Liga Central, lo cual fue suficiente motivo para rechazar de plano la participación del IFC en el campeonato de 1906. Con la frente marchita se vuelve a la periferia, abandonando el campo de Alvear y Tagle, el cual suponemos fue resembrado y puesto en condiciones.
Cuarta cancha: Dorrego y Espinosa.
Aquí existe otro error reiterado, se suele decir que luego de la experiencia de la Recoleta se retornó a la cancha de Bella Vista y San Martín. Falso. Ese terreno no se había conservado, se buscó una zona más alta en las inmediaciones y se lo instaló en lo que hoy es Paysandú (Dorrego por ese entonces) y Espinosa, hoy barrio de La Paternal. Este field no consta en ninguna de las “Historias de Independiente” pero sí en todas las crónicas periodísticas y las direcciones aportadas por el club para ubicar el field.
El duelo por la afiliación perdida fue breve, de inmediato se anotaron en la Liga Central, compartiendo la segunda sección con los equipos de Comercio B, 1º de Mayo, Platense, Gutemberg B, Higland Forest, Mariano Moreno A, y el Club Atlético Argentinos, de la localidad de Piñeyro, donde descollaban dos futuros cracks de Independiente: Juan “Pichín” Hospital y Enrique Colla.
A fines de mayo se inaugura este nuevo field con una victoria ante el Mariano Moreno A por 3 a 0.
Para llegar a esta cancha se recomendaba a los rivales tomar el tranvía de la compañía Buenos Ayres y Belgrano, ramal a Flores en Rivadavia y Paseo de Julio (L. N. Alem), el que por Córdoba llegaba a Gaona, donde había que descender en ésta y Espinosa, de allí se caminaban seis cuadras, se atravesaba el Maldonado por el puente de la Avenida San Martín, y de allí 100 metros al norte se hallaba el field del IFC.
Aquí transcurrió la última mitad del año 1906 para el IFC, que realizó una muy buena campaña en la Liga Central.
Noviembre fue el mes que una vez más, la “Comisión de Búsqueda de Field”, barajó nuevas posibilidades para realizar el segundo intento de acceder a la Liga Oficial de la AFA. Con las múltiples experiencias negativas que padecieron en los periplos por la Capital Federal, optaron por trasponer los límites de ésta. La pujante y fabril Avellaneda los esperaba. Y con ella comenzaba otra historia en la prehistoria del Independiente Football Club.
Tapa del libro Alma Roja, de Claudio Keblaitis, donde ésta y otras historias se cuentan con más detalles.
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