Al igual que Funes, el inolvidable personaje de Jorge Luis Borges,
Fernando Azcoaga registraba en su memoria hechos, fechas, situaciones y
nombres del fútbol de manera precisa y minuciosa. En este artículo,
comparte con todos nosotros una parte de su impresionante arsenal de
información.
Por Fernando Azcoaga (Buenos Aires, Argentina), antiguo socio del CIHF.
Algunos aspectos sobre figuritas y marcas.
Resultaría imposible saber y expresar todo acerca del mundo de las
figuritas y lo que significaron en distintas épocas sin distinción de
edades. Para poder decir algo he decidido hacer un muestreo, es decir,
mencionar algunas de las figuritas para poder inferir acerca de ese
universo o población de ellas, que normalmente se desconoce.
En los años que me dediqué a coleccionar y a jugar a las figuritas las marcas principales, que recuerdo, entre otras, fueron:
1946: Chin – Chin
1947: Arug, Bicicleta, Gran Película y Pupi.
1948: Gran Capitán o Capitán Nelson, Pum y Rompesesos.
1949: Patria.
1950: Nakir, Bicileta, Starosta, Crack y Pum.
1951: Babilonia, Cola y Klondyke.
1952: Juno y Pony.
1953: Lali, Bicicleta y Starosta.
Además, había figuritas de las revistas Puño Fuerte (1950 y 1951) e
Hinchada Juvenil (1953). Sería imposible y quizás tedioso dar todas las
características de las distintas marcas, pero naturalmente ellas
incluían a los jugadores de los equipos de fútbol de Primera División y
algunas los escudos correspondientes, también automovilistas, nadadores,
atletas, boxeadores, ciclistas, basquetbolistas, etc., próceres de la
historia, actores de cine, maestros y compositores de tango y banderas
de los países del mundo.
Las Babilonia tenían los personajes de las
distintas revistas cómicas, de aventuras e historietas. Las Tuno
presentaron como novedad las piezas del juego de ajedrez. Las Gran
Película eran todas color rojo y azul (¿destinadas a socios y
simpatizantes de San Lorenzo de Almagro?) y ofrecieron los actores del
cine argentino e internacionales.
Las Bicicleta (1950 y 1953)
agregaron a los jugadores de Unión y Colón de Santa Fe, que militaban en
Primera B y los de Belgrano de Córdoba y del Seleccionado Argentino.
Gracias a estas figuritas me enteré que jugaban en 1949 en Colón Tenuta
y Sabosig; y en Unión Rocha, Brattina, Luengo y Ávila; en Belgrano,
Fumero, Coria y Altamirano; y en Unión en 1952, Puntillo, Condoleo,
Fanelli y De Felipe, entre otros.
En 1953 aparecieron las figuritas
de lata que fueron al mismo tiempo una curiosidad y novedad. El 1° de
septiembre de 1950 salió la revista Puño Fuerte y en 1953 la revista
Hinchada Juvenil. Ambas publicaron figuritas de jugadores de fútbol y
boxeadores para coleccionar.
Siempre existieron figuritas
difíciles, algunas de ellas no se imprimían y por lo tanto no pudieron
verse nunca. Entre las que recuerdo merece la pena citar en las
Bicicleta de 1950, Norberto Yácono (de River Plate), los automovilistas
Víctor García y Rosendo Hernández y el escudo de Rosario Central. En las
Tuno de 1952, El Rey Negro, pieza de ajedrez. En las Bicicleta de 1953,
resultaron figuritas imposibles: Alfredo Ricardo Pérez y Lidoro Soria,
de River, y Manzi, de Vélez Sarsfield.
Para coleccionar las
figuritas se vendían los álbumes correspondientes y en ellas se le
pegaba por temas y números cuidadosamente. Si se completaba totalmente
el álbum, sin que faltara ninguna figurita y se lo presentaba en la
distribuidora correspondiente, podrían obtenerse valiosos premios.
Los
principales eran bicicletas y pelotas número 5 de fútbol.
Quiero
decir que personalmente sólo conocí, un ganador de esos premios: mi
amigo, Horacio Bellavigna, hermano mellizo del marcador central de
Independiente (entre 1964 y 1967), Ezequiel Marcelo, quien me dijo que
en 1952, ambos con un amigo completaron el álbum de las figuritas TUNO.
Obtuvieron como premio una pelota de fútbol número 5 con tientos que era
ligeramente ovalada.
Tanto las figuritas como los álbumes se
vendían principalmente en kioscos y panaderías y a veces en algunas
librerías y peluquerías de barrio. Los sobres, que contenían alrededor
de 5 unidades, costaban entre 5 y 20 centavos. En algunos casos, como el
de las ARUC (1947), al juntar entre 20 y 100 sobres vacíos, éstas
podían canjearse por premios menores tales como álbumes, billeteras de
cartulina y doblones que eran unas pesadas monedas metálicas con
imágenes de personajes y aventuras. Ente 1947 y 1953 las figuritas se
vendían entre febrero y septiembre de cada año y un gran entretenimiento
fue siempre cambiarlas por las uno no tenía y jugar con ellas. Esto se
realizaba en los barrios, colegios, plazas, parques, clubes y domicilios
particulares de todo nuestro país y constituyó en un momento dado una
diversión apasionante. Algunas revistas, como Billiken, realizaban las
propagandas correspondientes de las distintas marcas. Merece la pena
citar las distribuidoras más importantes con sus direcciones
aproximadas. Ellas estaban ubicadas en Medrano 1678 (Distribuidora de
Aruc, Nakir, Babilonia y Lali, entre otras), Guayrá 3573 (Distribuidora
de Bicicleta, Pony, Cola y Pum) y la Casa Coienico en Pozos 724
(Distribuidora de Chin Chin, Pupi y Gran Película).
Existían
distintos juegos cuyas denominaciones convencionales, si bien podían
variar, con el lugar geográfico son: puchero, punto, punto y revoleada,
voltear espejo, montadita o punto-puchero y obelisco. Es indudable que
para muchos de nosotros las figuritas ocuparon una etapa de nuestra vida
no solo ligada al fútbol y a otros deportes, sino también sumamente
amena e instructiva, principalmente durante el colegio primario.
A continuación varias figuritas de la colección Bicicleta que don Fernando nos reporta en sus memorias.
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