Hubo en la historia del fútbol argentino jugadores con nombres raros o
de famosos. Pero ninguno como al que le pusieron los nombres de los tres
reyes magos.
Por Oscar Barnade (socio del CIHF). Publicado en Clarín.
Los reyes magos eran tres: Melchor, Gaspar y
Baltasar. Sus nombres se perpetuaron con las nuevas versiones del
evangelio y la expansión de la cristiandad. No es común pero tampoco
raro descubrir a varios jugadores de fútbol con algún nombre extraño o
no común, generalmente en combinación con otros sin ninguna
interpretación religiosa o mística. Con los boletines oficiales de AFA,
en donde figuran miles y miles de pases de jugadores, juveniles y
profesionales, entre clubes, entre ligas, y de y hacia el extranjero, se
podría hacer un libro con nombres raros y comunes. Pero ninguno
despertó la curiosidad periodística como un jugador que en 1947 llegó de
la liga de Carmen de Areco para actuar en Central Argentino (hoy
Central Ballester). Los padres se animaron. No eligieron a uno de los
reyes magos. Triplicaron la apuesta. Y, entonces, como curiosidad,
existió un futbolista llamado Melchor Gaspar Baltasar Escalona, el
verdadero rey mago del fútbol argentino
No abundan los datos sobre este jugador que
fichó para un club de la Tercera de Ascenso de entonces. Carlos Yametti, presidente del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), apunta que el jugador pasó de Boulogne a la Liga de Carmen de Areco en 1945. El 7 de abril
de 1947 la AFA autoriza el pase de Escalona, Melchor Gaspar B. de la
Liga Deportiva de Carmen de Areco a Central Argentino. La inicial del
tercer nombre resultaba toda una incógnita. Mucho más por los dos
nombres que antecedían. El jugador llegó al club que pertenecía a la
empresa de ferrocarril junto a otro compañero de la misma liga: Alberto
Oscar Pastorino. Y tras revisar minuciosamente los boletines de ese año,
el dato quedó revelado en el Boletín complementario N° 23 del 15 de
diciembre de 1947. "Los jugadores que se detallan a
continuación deberán concurrir a la oficina de registro de jugadores,
dentro de los 15 días, para cumplir con el requisito exigido en el art.
41 de las disposiciones reglamentarias". Allí figuran los tres nombres de Escalona, el de los tres reyes magos.
Nunca hubo un caso similar. En la
historia del fútbol argentino hay al menos ocho futbolistas llamados
Gaspar, como primer o segundo nombre: Jerez (Argentinos, 1932), Mellit
(Colón, 1967-70), Neumann, hermano del Tanque (Chacarita, 1966; Chicago,
1968, y San Martín de Mendoza, 1972), Saavedra (Argentinos, 1932),
Curetti (Banfield, 1956), Iñiguez (Argentinos, 2011-15, y Tigre, 2016),
Diellos (Quilmes, 2012-13) y Servio (Banfield, 2014).
Menos común
son jugadores que se llamen Baltasar. Hay al menos cuatro casos: Rubén
Baltasar Astigarraga (Chacarita, 1962, y Vélez, 1975), Baltasar Otero
(Argentinos, 1932), Amílcar Baltasar Velázquez (Gimnasia de Mendoza,
1983) y Baltasar Américo Vaghi (Argentino de Quilmes, 1935, Estudiantil
Porteño 1937, y El Porvenir, 1942).
Más raro es encontrar
futbolistas que se llamen Melchor. En Lanús, entre 1965 y 1970, jugó
Melchor Sabella, quien en 1971 pasó por Los Andes. Y contemporáneo fue
Alfredo Melchor Gil, quien actuó en Chicago en 1968, y Estudiantes de
Caseros entre 1972 y 1975.
El caso de Escalona es único. En esa
época los diarios no publicaban las síntesis de los partidos de la
categoría. No se sabe si era arquero, defensor, volante o delantero. No
se puede precisar cuántos partidos jugó. Incluso, no hay precisión de
edad ni de fecha de nacimiento. También es una incógnita si Gabriel
García Márquez conocía de su existencia cuando construyó uno de los
personajes que habitaban en Macondo, en Cien años de Soledad: Melchor
Escalona. Pero existe una presunción, casi una certeza: Escalona es
probable que haya nacido un 6 de enero. Y lo bautizaron con la triple
corona.
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