miércoles, 15 de noviembre de 2017

Cuando se caen los gigantes



La eliminación de Italia en la etapa clasificatoria para el Mundial a disputarse el año próximo en Rusia ha conmovido al universo futbolístico. Ni hablar del impacto generado en la propia Italia, donde toda la estructura calcística, desde los cimientos, ha quedado en discusión.

Por Raúl Ramírez (socio del CIHF)

El objeto de estas líneas no es, sin embargo, adentrarnos en las causas que motivaron la ausencia azzurra en las tierras de Vladimir Putin, sino practicar un repaso de las eliminaciones de los gigantes del fútbol, a través de la historia mundialista. Para ello centramos nuestro repaso en las ocho selecciones nacionales que han obtenido, al menos una vez, la Copa del Mundo.

Como aclaración previa, deberemos tener en cuenta que ha habido ocasiones, sobre todo en las primeras ediciones, en las que las ausencias fueron voluntarias, como ocurrió con las potencias europeas que dieron la espalda al primer Mundial, disputado en 1930 en Uruguay, y con la devolución de gentilezas por parte de los sudamericanos, la que incluyó la renuncia uruguaya a defender su título en 1934.

El recuento que procuraremos aquí será acerca de las ausencias por eliminación en la etapa clasificatoria.

Y en tal sentido debe destacarse, de entrada, la exclusividad de Brasil, ya que la selección verdeamarelha es la única que ha estado presente en los 20 Mundiales hasta aquí celebrados, y ha asegurado también su presencia en el próximo. Si bien varias veces clasificó sin jugar, como organizador, como defensor del título o porque no hubo eliminatoria (1930), cada vez que debió disputar la clasificación lo logró.

Un peldaño mas abajo debe ubicarse a Alemania. Los germanos también han recorrido con éxito todas las eliminatorias que disputaron. Es más, recién perdieron un partido clasificatorio tras mantenerse invictos en sus primeros 36 partidos de eliminatoria. Fue en 1985, un 0-1 ante Portugal en Stuttgart, que no impidió que ganaran su grupo y la clasificación en juego para México '86. Pese a ello, Alemania registra dos ausencias mundialistas, una voluntaria cuando en 1930, como casi toda Europa, no viajó a Montevideo y otra obligada, la de 1950, cuando había sido excluida de la FIFA como sanción tras la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Hasta hace un par de días la Selección Italiana ostentaba una sola eliminación. Tras su ausencia voluntaria de 1930, había estado presente en los cuatro siguientes mundiales (y ganado dos), cuando en la previa al de 1958, quedó afuera en un grupo que ganó inesperadamente Irlanda del Norte. Pero la derrota decisiva fue un doloroso 0-3 ante Portugal, que por entonces estaba a lejos de la peligrosidad que adquirió en años sucesivos. Esa eliminación es el único antecedente que hasta ahora registraba el equipo italiano, que llevaba 14 participaciones seguidas, número solo superado por brasileños y alemanes. Y si aquella caída de 1958 le impidió viajar a Suecia, esta vuelve a vincularlo con los escandinavos, ahora verdugos de la ilusión itálica.

También con una sola eliminación esta la Selección de Argentina. Previo a ello la albiceleste estuvo ausente en tres mundiales consecutivos (1938, 1950 y 1954), pero en todos los casos por decisión dirigencial. La única ausencia mundialista decidida en el campo de juego fue la del equipo que conducía Adolfo Pedernera, que terminó último en su grupo detrás de Perú y Bolivia en 1969, disputando una plaza para la cita mexicana de 1970. En un grupo en el que los cinco partidos iniciales se resolvieron a favor de los locales, Argentina debía vencer a Perú en la Bombonera para provocar un triple empate, pero fue 2-2, la tarde en que Cachito Ramírez, el puntero izquierdo peruano se convirtió en un tormento para la zaga argentina y en la que Alberto "Toscano" Rendo convirtió sobre la hora uno de los goles más espectaculares convertidos por una selección argentina, aunque valió de muy poco. Tras esa eliminación Argentina ha jugado once mundiales seguidos y asegurado además, angustiosamente, su presencia en el próximo.

Las cuatro selecciones hasta aquí mencionadas son las que están siempre o causan conmoción si se ausentan. Las otras cuatro que han sido campeonas del mundo han sufrido eliminaciones con mayor frecuencia. Veamos:

Uruguay: La celeste ganó sus dos títulos en sus dos primeras participaciones, 1930 y 1950. En el medio rehusó participar en 1934 y 1938. Tras su primera caída mundialista, con un cuarto puesto en 1954, Uruguay sufrió una conmocionante eliminación, con un apabullante 0-5 ante Paraguay en Asunción, en la clasificación para Suecia 1958. A partir de allí las eliminatorias constituyeron siempre un dilema para los orientales, no siempre superado con éxito. En 1978 no pudo superar una ronda preliminar que parecía un trámite ante Bolivia y Venezuela, en 1982 fue Perú el que los frustró, y en 1994 quedó tercero en un grupo dominado por Brasil y la sorprendente Bolivia de Xabier Azkargorta. A partir de 1998 se impuso en Sudamérica el formato clasificatorio actual, de un solo grupo y Uruguay lo estrenó con un pálido séptimo puesto entre nueve que lo dejó muy lejos de Francia. Por fin en 2006, tras ocupar el quinto puesto en el grupo, perdió el repechaje intercontinental por penales ante Australia. En total, seis eliminaciones deportivas han sufrido los uruguayos, el número máximo entre selecciones campeonas del mundo, junto a la de Francia.

Francia: Y hablando de los galos, hay que señalar que mientras todas las eliminaciones uruguayas han sido posteriores al bicampeonato de 1930 y 50, Francia en cambio quedó afuera en eliminatorias siempre antes de su único título conseguido en 1998. La primera eliminación fue en 1950 ante Yugoslavia (posteriormente Francia fue invitada a participar, pero declinó), 1962, en un desempate ante Bulgaria, 1970, cayendo en el grupo que ganó Suecia, 1974 con un flojísimo papel ante soviéticos e irlandeses, 1990 cuando fracasaron ante Yugoslavia y Escocia y 1994, increíblemente eliminados, cuando parecían tener todo resuelto pero perdieron los dos últimos partidos de su grupo, como locales, ante el débil Israel y ante Bulgaria, que clasificó junto con Suecia. Tras su conquista de 1998, los franceses no han fallado en clasificar en las cinco ediciones siguientes. Por otra parte, Francia comparte con Brasil la exclusividad de haber participado de todos los mundiales, aunque a diferencia de los sudamericanos no siempre han logrado llegar a la ronda final.

Inglaterra: Los británicos en general y los ingleses en particular, se dieron por enterados de la existencia de los Mundiales tras la Segunda Guerra Mundial. Antes habían sometido a la FIFA a su olímpico desdén. El papelón de 1950 y la posterior paliza sufrida ante Hungría en Wembley les hizo poner los pies sobre la tierra y, tomándose las cosas en serio no faltaron a ninguna cita mundialista hasta 1974. En el ínterin ganaron su única Copa hasta la fecha en 1966. Pero en el citado 1974 estuvieron ausentes de Alemania tras ser inesperadamente eliminados en un grupo que ganó el equipo polaco campeón olímpico. La sorpresa tuvo un bis, pues tampoco logró clasificar Inglaterra a Argentina 1978. En un grupo de cuatro participantes, la superioridad de ingleses e italianos sobre Finlandia y Luxemburgo fue absoluta, pero todo se definió por diferencia de gol en favor de la selección azzurra. La última vez que Inglaterra no pudo clasificarse fue en 1994. Del Mundial estadounidense fueron apeados por la sorprendente Noruega y por Holanda, ocupando el tercer puesto por delante de Polonia, Turquía y San Marino. Desde entonces llevan Inglaterra seis clasificaciones consecutivas.

España: Ausente en 1930 por propia decisión y en 1938 por la Guerra Civil que la asolaba, el primer fracaso en clasificación se produjo para España en la previa a Suiza 1954, y de manera curiosa. En un match sencillo en los papeles ante Turquía, tras vencer cada uno como local jugaron un desempate en Italia (la diferencia de gol, ampliamente favorable a España, entonces no contaba). Tras empatar los 90 minutos y el alargue, las inocentes manitas de un niño italiano definieron el sorteo en favor de los turcos. En 1958 nuevo fracaso, en grupo clasificatorio que se adjudicó Escocia. Tras dos desabridas presencia en 1962 y 1966, nuevo doblete de eliminaciones: en 1970 ocupando el tercer lugar entre tres en el grupo que clasificó a Bélgica escoltada por Yugoslavia (tocando fondo al perder ante Finlandia) y en 1974, otra vez enfrentando a los balcánicos, tras perder un desempate en Frankfurt. La clasificación para Argentina 1978 fue el inicio de una seguidilla larga de presencias, hasta hoy no interrumpida que alcanzará el número de once en Rusia, cifra actualmente superada sólo por Brasil, Alemania y Argentina.


Jugadores italianos sin poder creer
la eliminación ante Suecia.



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