La eliminación de Italia en la
etapa clasificatoria para el Mundial a disputarse el año próximo en Rusia ha
conmovido al universo futbolístico. Ni hablar del impacto generado en la propia
Italia, donde toda la estructura calcística, desde los cimientos, ha quedado en
discusión.
Por Raúl Ramírez (socio del CIHF)
El objeto de estas líneas no es,
sin embargo, adentrarnos en las causas que motivaron la ausencia azzurra en las
tierras de Vladimir Putin, sino practicar un repaso de las eliminaciones de los
gigantes del fútbol, a través de la historia mundialista. Para ello centramos
nuestro repaso en las ocho selecciones nacionales que han obtenido, al menos una
vez, la Copa del Mundo.
Como aclaración previa,
deberemos tener en cuenta que ha habido ocasiones, sobre todo en las primeras
ediciones, en las que las ausencias fueron voluntarias, como ocurrió con las
potencias europeas que dieron la espalda al primer Mundial, disputado en 1930
en Uruguay, y con la devolución de gentilezas por parte de los sudamericanos,
la que incluyó la renuncia uruguaya a defender su título en 1934.
El recuento que procuraremos
aquí será acerca de las ausencias por eliminación en la etapa clasificatoria.
Y en tal sentido debe
destacarse, de entrada, la exclusividad de Brasil, ya que la selección
verdeamarelha es la única que ha estado presente en los 20 Mundiales hasta aquí
celebrados, y ha asegurado también su presencia en el próximo. Si bien varias
veces clasificó sin jugar, como organizador, como defensor del título o porque
no hubo eliminatoria (1930), cada vez que debió disputar la clasificación lo
logró.
Un peldaño mas abajo debe
ubicarse a Alemania. Los germanos también han recorrido con éxito todas
las eliminatorias que disputaron. Es más, recién perdieron un partido
clasificatorio tras mantenerse invictos en sus primeros 36 partidos de
eliminatoria. Fue en 1985, un 0-1 ante Portugal en Stuttgart, que no impidió
que ganaran su grupo y la clasificación en juego para México '86. Pese a ello,
Alemania registra dos ausencias mundialistas, una voluntaria cuando en 1930,
como casi toda Europa, no viajó a Montevideo y otra obligada, la de 1950,
cuando había sido excluida de la FIFA como sanción tras la derrota nazi en la
Segunda Guerra Mundial.
Hasta hace un par de días la Selección
Italiana ostentaba una sola eliminación. Tras su ausencia voluntaria de
1930, había estado presente en los cuatro siguientes mundiales (y ganado dos),
cuando en la previa al de 1958, quedó afuera en un grupo que ganó
inesperadamente Irlanda del Norte. Pero la derrota decisiva fue un doloroso 0-3
ante Portugal, que por entonces estaba a lejos de la peligrosidad que adquirió
en años sucesivos. Esa eliminación es el único antecedente que hasta ahora
registraba el equipo italiano, que llevaba 14 participaciones seguidas, número
solo superado por brasileños y alemanes. Y si aquella caída de 1958 le impidió
viajar a Suecia, esta vuelve a vincularlo con los escandinavos, ahora verdugos
de la ilusión itálica.
También con una sola eliminación
esta la Selección de Argentina. Previo a ello la albiceleste estuvo
ausente en tres mundiales consecutivos (1938, 1950 y 1954), pero en todos los
casos por decisión dirigencial. La única ausencia mundialista decidida en el
campo de juego fue la del equipo que conducía Adolfo Pedernera, que terminó
último en su grupo detrás de Perú y Bolivia en 1969, disputando una plaza para
la cita mexicana de 1970. En un grupo en el que los cinco partidos iniciales se
resolvieron a favor de los locales, Argentina debía vencer a Perú en la
Bombonera para provocar un triple empate, pero fue 2-2, la tarde en que Cachito
Ramírez, el puntero izquierdo peruano se convirtió en un tormento para la zaga
argentina y en la que Alberto "Toscano" Rendo convirtió sobre la hora
uno de los goles más espectaculares convertidos por una selección argentina,
aunque valió de muy poco. Tras esa eliminación Argentina ha jugado once
mundiales seguidos y asegurado además, angustiosamente, su presencia en el
próximo.
Las cuatro selecciones hasta
aquí mencionadas son las que están siempre o causan conmoción si se ausentan.
Las otras cuatro que han sido campeonas del mundo han sufrido eliminaciones con
mayor frecuencia. Veamos:
Uruguay: La celeste ganó sus dos
títulos en sus dos primeras participaciones, 1930 y 1950. En el medio rehusó
participar en 1934 y 1938. Tras su primera caída mundialista, con un cuarto
puesto en 1954, Uruguay sufrió una conmocionante eliminación, con un
apabullante 0-5 ante Paraguay en Asunción, en la clasificación para Suecia
1958. A partir de allí las eliminatorias constituyeron siempre un dilema para
los orientales, no siempre superado con éxito. En 1978 no pudo superar una
ronda preliminar que parecía un trámite ante Bolivia y Venezuela, en 1982 fue
Perú el que los frustró, y en 1994 quedó tercero en un grupo dominado por
Brasil y la sorprendente Bolivia de Xabier Azkargorta. A partir de 1998 se
impuso en Sudamérica el formato clasificatorio actual, de un solo grupo y
Uruguay lo estrenó con un pálido séptimo puesto entre nueve que lo dejó muy
lejos de Francia. Por fin en 2006, tras ocupar el quinto puesto en el grupo,
perdió el repechaje intercontinental por penales ante Australia. En total, seis
eliminaciones deportivas han sufrido los uruguayos, el número máximo entre
selecciones campeonas del mundo, junto a la de Francia.
Francia: Y hablando de los galos, hay
que señalar que mientras todas las eliminaciones uruguayas han sido posteriores
al bicampeonato de 1930 y 50, Francia en cambio quedó afuera en eliminatorias
siempre antes de su único título conseguido en 1998. La primera eliminación fue
en 1950 ante Yugoslavia (posteriormente Francia fue invitada a participar, pero
declinó), 1962, en un desempate ante Bulgaria, 1970, cayendo en el grupo que
ganó Suecia, 1974 con un flojísimo papel ante soviéticos e irlandeses, 1990
cuando fracasaron ante Yugoslavia y Escocia y 1994, increíblemente eliminados,
cuando parecían tener todo resuelto pero perdieron los dos últimos partidos de
su grupo, como locales, ante el débil Israel y ante Bulgaria, que clasificó
junto con Suecia. Tras su conquista de 1998, los franceses no han fallado en
clasificar en las cinco ediciones siguientes. Por otra parte, Francia comparte
con Brasil la exclusividad de haber participado de todos los mundiales, aunque
a diferencia de los sudamericanos no siempre han logrado llegar a la ronda
final.
Inglaterra: Los británicos en general y los
ingleses en particular, se dieron por enterados de la existencia de los
Mundiales tras la Segunda Guerra Mundial. Antes habían sometido a la FIFA a su
olímpico desdén. El papelón de 1950 y la posterior paliza sufrida ante Hungría
en Wembley les hizo poner los pies sobre la tierra y, tomándose las cosas en
serio no faltaron a ninguna cita mundialista hasta 1974. En el ínterin ganaron
su única Copa hasta la fecha en 1966. Pero en el citado 1974 estuvieron
ausentes de Alemania tras ser inesperadamente eliminados en un grupo que ganó
el equipo polaco campeón olímpico. La sorpresa tuvo un bis, pues tampoco logró
clasificar Inglaterra a Argentina 1978. En un grupo de cuatro participantes, la
superioridad de ingleses e italianos sobre Finlandia y Luxemburgo fue absoluta,
pero todo se definió por diferencia de gol en favor de la selección azzurra. La
última vez que Inglaterra no pudo clasificarse fue en 1994. Del Mundial
estadounidense fueron apeados por la sorprendente Noruega y por Holanda,
ocupando el tercer puesto por delante de Polonia, Turquía y San Marino. Desde
entonces llevan Inglaterra seis clasificaciones consecutivas.
España: Ausente en 1930 por propia
decisión y en 1938 por la Guerra Civil que la asolaba, el primer fracaso en
clasificación se produjo para España en la previa a Suiza 1954, y de manera
curiosa. En un match sencillo en los papeles ante Turquía, tras vencer cada uno
como local jugaron un desempate en Italia (la diferencia de gol, ampliamente
favorable a España, entonces no contaba). Tras empatar los 90 minutos y el
alargue, las inocentes manitas de un niño italiano definieron el sorteo en
favor de los turcos. En 1958 nuevo fracaso, en grupo clasificatorio que se
adjudicó Escocia. Tras dos desabridas presencia en 1962 y 1966, nuevo doblete
de eliminaciones: en 1970 ocupando el tercer lugar entre tres en el grupo que
clasificó a Bélgica escoltada por Yugoslavia (tocando fondo al perder ante
Finlandia) y en 1974, otra vez enfrentando a los balcánicos, tras perder un
desempate en Frankfurt. La clasificación para Argentina 1978 fue el inicio de
una seguidilla larga de presencias, hasta hoy no interrumpida que alcanzará el
número de once en Rusia, cifra actualmente superada sólo por Brasil, Alemania y
Argentina.
Jugadores italianos sin poder creer
la eliminación ante Suecia.
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