Por Oscar Barnade, socio del CIHF.
También publicado en Clarín.
Ricardo Bochini es Independiente. Todo Rojo.
Nunca vistió otra camiseta de otro club. Por eso su récord parece
inalcanzable. Jugó 714 partidos entre 1972 y 1991. Sin embargo, la
novedad es que este fin de semana hubo cambios en el podio.
Fabián Cubero recuperó la titularidad en Vélez y con su presencia ante
River alcanzó los 617 encuentros. Superó por uno a Oscar Garré, de
Ferro. No sucede todos los días. En tiempos de cambios permanentes,
Poroto se transformó en un símbolo de estabilidad y permanencia. Un referente a imagen y semejanza de otras décadas.
A diferencia de Bochini, Cubero jugó un
período en el exterior. Debutó en el Vélez el 17 de noviembre de 1996,
ante Estudiantes (0-2) y se mantuvo en el club hasta diciembre de 2006.
Cuando emigró al Tigres de México, después de 10 años, ya era todo un emblema:
había jugado 303 encuentros y participado de dos vueltas olímpicas.
Estuvo dos temporadas en tierras mexicanas y regresó para el Apertura
2008. Después de otros 10 años y 314 encuentros y cinco títulos, Poroto
no sólo se convirtió en el jugador que más veces vistió la camiseta de
Vélez en la historia sino que desbancó del segundo lugar a Oscar Garré,
quien ostentaba ese lugar desde 1994.
El capitán de Vélez se instaló
para siempre en la historia. Su nombre aparecerá siempre junto a glorias
de otras épocas (además de Bochini y Garré) que participaron en más de
500 partidos con los mismos colores: Reinaldo Merlo (562) y Amadeo
Carrizo (541), Pedro Catalano (593) en Español, Jorge González (519) en
Central y Gerardo Martino (509) en Newell’s.
Cubero, por
otra parte, integra la selecta lista que encabeza Hugo Orlando Gatti, el
jugador con más presencias en la historia del fútbol argentino: 819.
Además del Loco, el Bocha y Poroto, otros
siete jugadores superaron la barrera de los 600 partidos en la máxima
categoría: Carlos Navarro Montoya (683), Carlos Biasutto (665), Roberto
Telch (655), Ubaldo Fillol (649), Claudio Marangoni (612) y Juan José
López (602). Oscar Garré quedó a un paso porque jugó 597 partidos con
Ferro en la A, otros 19 fueron en la B de 1978, además de los 18 que
disputó para Huracán en la B Nacional 1988/89. El Mago también actuó dos
temporadas en el fútbol israelí.
Volante central reconvertido en lateral
derecho, Cubero se desempeñó el sábado ante River como primer marcador
central, posición en la que lo improvisó José Pekerman en el Mundial Sub
20 de Malasia en 1997, que ganó Argentina de la mano de Juan Román
Riquelme y Pablo Aimar. Temperamental, siempre al límite, Poroto también
tiene un récord negativo: es el jugador que más
tarjetas recibió en la historia del fútbol argentino. En 617 encuentros,
Cubero suma 263 amarillas y 25 rojas. Se perdió más partidos por
sanciones que por lesiones. Si bien no hubiese alcanzado a Bochini, la
diferencia (ahora de 97 presencias) habría sido mucho menor. Pero no
sería Cubero
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