Desde la final de 1962 hasta el gas pimienta de 2015.
Hay suficientes razones para sostener que lo que sucedió con las finales de la Copa Libertadores 2018 ya forma parte de uno de los mayores escándalos de la historia de la competición. Pero no es el único. La memoria reciente acumula en el pasado un recorrido bochornoso en diferentes etapas. Una final que durante 39 minutos se jugó de mentira, gresca ente jugadores, amenazas del narcotráfico a los árbitros y, claro, el gas pimientas de 2015.
Por Oscar Barnade, socio del CIHF. Nota publicada en Clarin.
1962. Santos-Peñarol, final.
Lo competición sudamericana comenzó en 1960. Y el primer gran escándalo sucedió dos años, en el segundo partido final que disputaron Peñarol y Santos. Sucedió el 2 de agosto, en el Estadio Villa Belmiro, en el estado de Sao Paulo. Iban 6 minutos del segundo tiempo, Peñarol ganaba 3-2 y el árbitro chileno Carlos Robles recibió un fuerte botellazo que lo dejó desmayado. Robles despertó en el vestuario, rodeado de dirigentes brasileños, que lo presionaban para que continuara el partido (incluso se comentó que fue amenazado con un arma de fuego).
El árbitro chileno decidió seguir, pero íntimamente había tomado otra decisión. Se jugaron 39 minutos más y Pepe convirtió el 3-3. Hubo festejo brasileño, que se creían campeones ya que habían ganado en Montevideo 2-1. Pero en su informe, el árbitro explicó la situación y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CFS), decidió que se jugará un tercer partido, en Buenos Aires. La CSF consideró que se jugaron 51 minutos oficiales y 39 amistosos. El 30 de agosto, 28 días después, Santos venció 3-0 a Peñarol en el Monumental y conquistó la Copa Libertadores.
1971. Boca-Sporting Cristal. Fase de grupos.
1971. Boca-Sporting Cristal. Fase de grupos.
La batalla campal entre jugadores de Boca y Sporting Cristal, producida el 17 de marzo de 1971 en la Bombonera, culminó con la expulsión de Boca del torneo. Boca necesitaba el triunfo para seguir con chances de pasar a semifinales. Iban 2-2 y en un momento los protagonistas se trenzaron en una pelea descomunal, tras una falta de Angel Clemente Rojas. “Discutieron varios jugadores y vi a Suñé que se acercaba a Gallardo, amenazándolo. Gallardo le pidió por la Virgen que no le pegara, pero Suñé igualmente lo golpeó. El peruano replicó con una patada voladora y ahí ve generalizó la pelea. Expulsé a 18 jugadores —todos menos Meléndez y los dos arqueros— aunque después viendo el tape, observé que Sánchez también intervino en los incidentes”, contó tiempo después el árbitro Alejandro Otero.
El primer fallo de la Confederación Sudamericana fue suspender la mayoría de los jugadores por varias fechas y clausurar la cancha de Boca, algo que fue resistido por la dirigencia encabezada por Alberto J. Armando. Boca no se presentó a jugar en la cancha de Racing con Universitario (Boca abrió su estadio). Tampoco se presentó con Central. Entonces salió un fallo más duro, a fines de marzo de 1971. La Conmebol decidió: “1) separar a Boca como sanción disciplinaria por desacato a las decisiones del comité ejecutivo. 2) declarar que deben reconocerse a los clubes Central y Universitario los puntos en disputa de los partidos no realizados de la serie del grupo 1. 3) Disponer de cargo a Boca las indemnizaciones de prejuicio provocadas con su actitud, a los clubes Universitario y Central”.
1990. Atlético Nacional- Vasco da Gama, octavos de final.
1990. Atlético Nacional- Vasco da Gama, octavos de final.
En 1989 Atlético Nacional fue campeón. Pero el título quedó manchado de sospechas, especialmente en instancias finales. El Cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar Gaviria, intentó sobornar primero y amenazó de muerte después a los árbitros argentinos Carlos Espósito, Juan Bava y Abel Gnecco en semifinales, y a Juan Carlos Loustau, Francisco Lamolina y Jorge Romero después. Y aunque los jueces argentinos quedaron libres de sospechas, no la pasaron bien en sus viajes a Medellín.
Por eso la Conmebol se pudo dura al año siguiente, tras la denuncia el árbitro uruguayo Juan Cardelino, quien temió porque temió por su vida. Lo amenazaron y además quisieron sobornarlo. Sucedió en Medellín, el 29 de agosto de 1990, en el partido de octavos de final de vuelta entre Atlético Nacional y Vasco da Gama. El encuentro se jugó y ganó el equipo colombiano 2-0 con goles de Arboleda y R. Hernández. Pero Vasco da Gama protestó el partido por las irregularidades cometidas.
Conmebol, en un fallo histórico, resolvió que el partido se dispute de nuevo y prohibió partidos de Libertadores en toda Colombia. En los considerandos del fallo, el ente sudamericano enfatizó: “Que la gravedad de los hechos ocurridos sumados a los antecedentes conocidos por esta Confederación, que oportunamente fueron puestos en conocimiento de las más altas autoridades de la FIFA, crearon el clima de inseguridad al punto de haber subordinado el resultado limpio de una competición a la coacción, la amenaza y el intento de soborno”.
Además, acusó a los dirigentes colombianos: “Que la Federación Colombiana de Fútbol ni el club Atlético Nacional, a pesar de tener conocimiento de situaciones similares anteriores, tomaron medidas preventivas antes del partido, para la protección de las autoridades, en una negligencia culposa, ya que recién cuando fueron denunciados estos hechos, al autoridades civiles y militares de Medellín movilizaron una custodia masiva. Que la conclusión del proceso conlleva a la aplicación de la sanción impuesta en el artículo 16, Apartado 5, del reglamento de la Copa Libertadores de América, en los antecedentes agravantes, la necesidad de cautelar, el orden, la decencia y la claridad de la competencia”.
El 13 de setiembre se repitió el partido en el estadio Santa Laura de Santiago de Chile, y ganó Atlético Nacional 1-0, con gol de Arboleda. Nacional jugó su partido de cuartos de final también en Santiago de Chile. Al año siguiente se clasificaron Atlético Nacional y América de Cali y la mayoría de los partidos se jugaron en el Orange Bowl de Miami, Estados Unidos.
2015. Boca – River. Octavos de final
Conmebol, en un fallo histórico, resolvió que el partido se dispute de nuevo y prohibió partidos de Libertadores en toda Colombia. En los considerandos del fallo, el ente sudamericano enfatizó: “Que la gravedad de los hechos ocurridos sumados a los antecedentes conocidos por esta Confederación, que oportunamente fueron puestos en conocimiento de las más altas autoridades de la FIFA, crearon el clima de inseguridad al punto de haber subordinado el resultado limpio de una competición a la coacción, la amenaza y el intento de soborno”.
Además, acusó a los dirigentes colombianos: “Que la Federación Colombiana de Fútbol ni el club Atlético Nacional, a pesar de tener conocimiento de situaciones similares anteriores, tomaron medidas preventivas antes del partido, para la protección de las autoridades, en una negligencia culposa, ya que recién cuando fueron denunciados estos hechos, al autoridades civiles y militares de Medellín movilizaron una custodia masiva. Que la conclusión del proceso conlleva a la aplicación de la sanción impuesta en el artículo 16, Apartado 5, del reglamento de la Copa Libertadores de América, en los antecedentes agravantes, la necesidad de cautelar, el orden, la decencia y la claridad de la competencia”.
El 13 de setiembre se repitió el partido en el estadio Santa Laura de Santiago de Chile, y ganó Atlético Nacional 1-0, con gol de Arboleda. Nacional jugó su partido de cuartos de final también en Santiago de Chile. Al año siguiente se clasificaron Atlético Nacional y América de Cali y la mayoría de los partidos se jugaron en el Orange Bowl de Miami, Estados Unidos.
2015. Boca – River. Octavos de final
El antecedente es muy fresco. Y no deja de ser una consecuencia de lo que sucedió en esta final. En el partido de ida, disputado en el Monumental, River venció 1-0 con gol de Carlos Sánchez, de penal, faltando nueve minutos. La revancha, en la Bombonera, se jugó el 14 de mayo de 2015. El primer tiempo finalizó 0-0. Con ese resultado, el Millonario pasaba a cuartos de final. Boca necesitaba ganar, 1-0 para forzar penales, 2-0 para seguir en carrera. Pero cuando los jugadores salieron a disputar la parte final fueron agredidos por un grupo de hinchas de Boca con gas pimienta.
Adrián Napolitano, alías el Panadero, quedó en evidencia ante las cámaras y luego reconoció su culpa. Antes de eso, hubo polémica por la continuación o no del partido, como ayer. Finalmente, el partido se suspendió. Y luego falló la Conmebol. No le dio por perdido el partido a Boca sino que lo excluyó de la competición. De esa manera, el encuentro no pudo continuar y River se clasificó a cuartos. Luego, fue campeón
2018. River-Boca. Final
Adrián Napolitano, alías el Panadero, quedó en evidencia ante las cámaras y luego reconoció su culpa. Antes de eso, hubo polémica por la continuación o no del partido, como ayer. Finalmente, el partido se suspendió. Y luego falló la Conmebol. No le dio por perdido el partido a Boca sino que lo excluyó de la competición. De esa manera, el encuentro no pudo continuar y River se clasificó a cuartos. Luego, fue campeón
2018. River-Boca. Final
Ahora este escándalo. Tan fresco, tan reciente, que parece el peor de todos.
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