Con 35 años rompió el récord en 2015.
Por Oscar Barnade, socio del CIHF. Publicado en Clarín.
Fue un caso extraño, una excepción la del paraguayo Delfín Benítez
Cáceres. El Machetero, histórico goleador de las décadas del 30 y 40,
tenía 30 años y 2 meses cuando se coronó como el máximo anotador del
torneo de 1940 jugando para Racing. Ninguno de los grandes goleadores de
aquella época pudo superar esa barrera. Y hace tres años, en 2015, José
Sand, en Lanús (14 goles), rompió el record y con 35 años, 10 meses y
12 días cumplidos el día que terminó el torneo se transformó en el
goleador más veterano de un campeonato de Primera.
El paraguayo
Arsenio Erico y Angel Amadeo Labruna son los dos máximos goleadores de
los torneos de Primera de Argentina con 294 gritos cada uno. Contando
las copas oficiales de la época, el delantero de River le sacó una
ventaja al de Independiente.
Arsenio Erico fue tres años seguidos el
máximo goleador. En 1937, con 22 años, hizo 47 goles; en 1938, con 23,
otros 43; y en 1939, con 24, 40. En 1945 cumplió 30 años. Siguió
haciendo goles pero nunca le alcanzó para volver a llegar a la cima. En
1947, con 32 años, se fue a Huracán, disputó apenas siete partidos y
quedó en deuda con la red.
Angel Labruna es el gran goleador de la
historia de River. Y jugó hasta los 39 años. Pero su carrera tuvo una
curiosidad: solamente una vez fue el goleador del torneo. En 1945,
cuando tenía 27 años, anotó 25 tantos. Lo escoltaron cuatro jugadores
con 20 goles: Luciano Agnolín, de Atlanta (uno de los máximos goleadores
del Ascenso); Waldino Aguirre, de Central; Juan José Ferraro, de Vélez;
y Erico, que ya tenía 30 años.
Hasta finales de la década del 60 a
los jugadores de 30 años ya se los consideraba veteranos. Y muchos
anunciaban su retiro. Algunos, como Francisco Varallo, tuvieron que
colgar los botines por lesiones irreversibles. No se modificó esa
tendencia hasta los 90, aunque de a poco se fue estirando la vida útil
de los jugadores.
En 1976, tal como sucedió entre 1967 y 1985, se
disputaron dos torneos: el Metropolitano y el Nacional. En este tenían
la oportunidad de mostrarse los equipos y los jugadores del Interior. En
aquel torneo, con 12 goles, compartieron el primer lugar tres
futbolistas: Luis Ludueña, de Talleres; Víctor Marchetti, de Unión; y
Norberto Eresuma, quien tenía 32 años y dos meses. Treinta y seis años
después destronó a Benítez Cáceres.
Carlos Bianchi fue un goleador
extraordinario. Antes de irse a Francia marcó más de 100 goles. Cuando
volvió, otro centenar. En 1981 fue el goleador del Torneo Nacional con
15 tantos y 32 años y 7 meses. Un año después se le acercó Carlos Manuel
Morete que anotó 20 goles en el Torneo Metropolitano de 1982. Tenía 31
años y 1 mes.
Ya a partir de los años 90 los grandes goleadores que
volvieron de Europa ratificaron su capacidad de definición. El primero
fue Ramón Díaz, tras regresar a River desde el Monaco. Fue el que más
goles hizo en el Torneo Apertura 1991, 14, y contaba con 32 años y 3
meses. También fue triunfal la vuelta de Enzo Francescoli al club de
Núñez. El uruguayo, con características diferentes al del goleador
tradicional, anotó 12 goles en el Torneo Apertura 1994 y tenía 33 años y
1 mes estableciendo un nuevo registro histórico.
Martín Palermo es
el gran goleador del siglo XXI y el máximo en la historia de Boca. Le
alcanzaron 11 goles en el Torneo Clausura 2007 para quedar arriba de
todos y marcar un record con 34 años y 7 meses.
Con Sand son ocho
los jugadores en los 187 torneos disputados desde 1891, que quedaron
como goleadores con más de 30 años. Ahora hay tres en carrera y uno,
Licha López, que busca además una nueva marca.
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