Por Diego Jolodovsky, socio del CIHF.
La Copa América disputada en tierras ecuatorianas fue la
segunda consecutiva que obtuvo el elenco nacional, después de un vacío de 32
años sin títulos continentales. La anterior, la de 1991 se disputó en Chile.
Ese torneo fue el primero con la presencia de selecciones
invitadas. Acudieron a la competencia Estados Unidos y México. El seleccionado
estadounidense que al año siguiente organizó el Mundial terminó en el último
puesto del Grupo A, compartido con el local Ecuador, Uruguay y Venezuela. En
tanto que el equipo mexicano dirigido por Miguel Mejía Barón fue la sorpresa de
la Copa al llegar hasta la final al haber eliminado al local Ecuador en
semifinales.
La Selección Argentina vivía por aquellos años una muy linda
primavera. Con el equipo de Alfio Basile se ganó la Copa América de 1991, la
primera edición de la Copa Rey Fahad (hoy Copa de las Confederaciones) en 1992,
y llegaba con un prolongado invicto de 25 partidos a la cita de Ecuador, con las
esperanzas de llegar al último día.
Ese equipo seguía sin contar con Diego Maradona. A pesar que
ya se le había terminado la sanción, no formó parte ni de la Copa América ni de
las Eliminatorias Sudamericanas. Volvió a integrarse al equipo en el repechaje
frente a Australia.
La Selección Argentina estuvo en el Grupo C, junto a
Bolivia, México y Colombia. Con los dos últimos se tuvo que volver a cruzar en
los últimos dos partidos, ya en la serie definitoria. Los tres partidos se
jugaron sobre el nivel del mar, en Guayaquil (dos partidos en el George Capwell
de Emelec y el restante en el Monumental de Barcelona).
Para los albicelestes
la competencia empezó la noche del 17 de junio de 1993 cuando venció 1-0 a
Bolivia con gol de Gabriel Omar Batistuta, en un partido que quedará manchado
por la fractura del mediocampista Darío Franco que lo marginó definitivamente
de la Selección Nacional.
Ese día, Basile puso e la cancha a estos once: Sergio Goycochea,
Néstor Craviotto, Sergio Vázquez, Oscar Ruggeri, Ricardo Altamirano, Darío
Franco, Fernando Redondo, Leonardo Rodríguez, Claudio García, Alberto Acosta y
Gabriel Batistuta.
En el segundo compromiso se midió con México e igualó 1-1,
con gol de Oscar Ruggeri. Fabián Basualdo, Gustavo Zapata y Diego Simeone
reemplazaron a Craviotto, el lesionado Franco y Alberto Federico Acosta. Y el
grupo se cerró con el empate, también 1-1 ante el seleccionado colombiano, con
gol de Diego Simeone. Ese día fueron titulares Jorge Borelli y Ramón Medina
Bello.
Argentina accedió como segundo del Grupo C a los cuartos de
final de la Copa América. En el primer puesto también con cuatro puntos terminó
Colombia, pero el equipo de Pacho Maturana tenía un gol más (4-3) contra el 3-2
de Argentina. Tercero quedó México.
En los cuartos de final, esperaba Brasil que también terminó
segundo, del grupo B. Un gol de Müller en el primer tiempo hacía peligrar el
invicto del seleccionado, pero en el segundo tiempo Leonardo Rodríguez alcanzó
el gol del empate que llevó el partido a los penales. Y ahí otra vez, como
tres años antes en Italia aparecieron las manos de Goycochea para atajar el
remate de Boiadeiro para darle a Argentina, con la conversión posterior de Jorge
Borelli la clasificación a las semifinales.
En las semifinales nuevamente tocó enfrentar al seleccionado
colombiano. También en Guayaquil, pero en otro escenario: el estadio Monumental
de Barcelona. Fue un partido cerrado, áspero, y de nuevo a definirlo a la
lotería de los penales. Y otra vez la figura de Sergio Goycochea, como cuatro
días antes en la misma cancha se quedó con el sexto penal el de la
clasificación. Esta vez a Víctor Hugo
Aristizábal.
La gran final, el partido que todos quieren jugar lo
disputaban Argentina y México en Quito.
Los “aztecas” llegaron a la final después de dar la sorpresa y vencer en el
Olímpico Atahualpa al local, Ecuador por 2-0 con goles de Hugo Sánchez y Ramón
Ramírez.
Alfio Basile para el esperado choque presentó esta formación: Goycochea; Basualdo, Borelli, Ruggeri, Altamirano; Simeone, Zapata,
Redondo, Gorosito; Acosta y Batistuta. Fernando Cáceres reemplazó promediando
el primer tiempo a Oscar Ruggeri que salió por una molestia que arrastraba del
partido frente a Colombia, y en la etapa complementaria ingresó Leonardo
Rodríguez en lugar de Néstor Gorosito.
La final se abrió en el complemento. Gabriel Omar Batistuta,
que volvió al gol después de cuatro partidos de sequía, se despachaba con un
doblete a los 18 y 29 minutos, en tanto que México había empatado
transitoriamente gracias a un penal cambiado por gol por Benjamín Galindo.
Este fue el paso a paso de la obtención del seleccionado argentino de su decimocuarta Copa América. Por el momento la última que está en
las vitrinas de AFA. La terminó invicta. Después de la final con México el
invicto de Alfio Basile al frente de la Selección era de 31 partidos desde el
debut en un amistoso frente a Hungría en 1991.
Gabriel Batistuta grutando uno de sus goles a México
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