Buenos Aires, 20 de abril (Télam) Por Pablo Viviani
Después de cuatro años de ausencia, este año volvió el añejo clásico entre Huracán y San Lorenzo. El primer duelo de 2015 fue para San Lorenzo, que ganó 3-1. Y volverán a enfrentarse en la fecha de todos los clásicos, la 24ta fecha. Este partido se ganó el mote del "clásico más grande de la ciudad de Buenos Aires", especialmente cuando se hace alusión a que la rivalidad Boca-River cubre el entusiasmo de todo el país. Tan cerca están los barrios que hay historias poco conocidas, en los comienzos, que los une mucho más de lo que se piensa.
Más allá del respeto existente entre los actuales dirigentes y de la distancia que en día mantienen los simpatizantes de ambos clubes se cree que Huracán y San Lorenzo no pueden mezclarse. El barrio los une pero no los mezcla, ambas parcialidades conviven pero no comparten. Y por ello es que unos a otros suelen llamarse amistosamente "primos".
Pero existen historias muy ricas y poco difundidas que muestran que son más que eso. Una de esas anécdotas es la de Elisardo Fernández, un hombre con un nombre poco común y un apellido corriente, que hizo algo más que jugar en ambos clubes: jugó el primer partido de Huracán en una liga y anotó uno de los goles de San Lorenzo en la inauguración del Gasómetro, el viejo estadio de avenida La Plata.
Elisardo Fernández nació en Buenos Aires el 24 de mayo de 1891. Era hijo del matrimonio compuesto por los españoles Manuel Fernández y Concepción López, que vivía en Maza 603, en el barrio de Boedo. Desde chiquito formó un poderoso club llamado Tres Estrellas junto a Ernesto Dell Isola y Antonio Salgado.
Pero el equipito se disolvió y en ese preciso momento recibió el llamado de algunos estudiantes del colegio Luppi que estaban por jugar el primer partido de liga que afrontaría el Club El Huracán. A poco de haber cumplido los dieciocho años, Elisardo quedó en la historia de ese club por haber integrado el cuadro que el 30 de mayo de 1909 enfrentó al Victoria United por la Liga Centenario. El conjunto huracanense formó ese día con Enrique Berni, Enrique Leroy y J. López; Juan Fariña, Carlos Villar y Román Gurruchaga; Dell Isola, Salgado, Fernández, V. Luján y Angel Cambiasso.
Al tiempo se fue y armó un club barrial llamado Corinthians, denominado así en homenaje a un equipo inglés que estuvo por venir a la Argentina pero que finalmente concluyó su gira en Brasil. En 1912 apareció Fernández jugando para Banfield, pero también se las arregló para actuar en Huracán con documentos falsos y haciéndose llamar Juan Fariña. Al otro año fue partícipe del ascenso del club de Parque Patricios, aunque los últimos partidos no los jugó por ser reemplazado por Federico Brana. Curiosamente, tanto él como su reemplazante actuaron después en San Lorenzo.
El primer año de Fernández con Huracán en Primera arrancó bien, con cuatro goles en seis partidos. Pero se alejó y fue a Atlanta. Al año quiso volver al club del que fue pregonero pero no lo dejaron, pues la comisión directiva lo acusó de "veleta" por ir y venir cuando quería. Lo dejaron actuar en segunda división pero en 1916 partió a San Lorenzo junto a otros jóvenes de las inferiores como Miguel Fontana, J. Golo, Luis Di Tieri y J. Pizzo, quienes integraron el equipo de Tercera.
El primer clásico con Elisardo ya vestido de azulgrana fue un amistoso que se jugó poco antes del campeonato, ante Huracán, que finalizó con un empate en un gol. San Lorenzo formó su línea delantera con Alfredo Etchegaray, Fernández, Eugenio Moggio, Cayetano Urio y Luis Gianella. Pero el protagonista no estuvo en forma, se sintió muy mal y abandonó el juego en el entretiempo. Todavía no era su momento.
Al comenzar el campeonato, y en vísperas a inaugurar su nuevo campo, San Lorenzo enfrentó como local a Gimnasia de La Plata en cancha de Kimberley y luego cedió la localía cuando jugó con Racing. El 7 de mayo, inauguró oficialmente su nuevo campo, que luego se transformaría en el mítico Gasómetro, ante Estudiantes de La Plata. Ese día histórico jugaron José Coll, José De Campo y Alberto Coll; Juan Sacardo, Federico Monti y Jacobo Urso; más el mismo ataque que había jugado contra Huracán con Fernández como insider derecho. El local iba ganando uno a cero y cuando restaban diez minutos para la finalización del primer tiempo llegó el momento: Elisardo, el que jugó aquel primer partido de Huracán, anotó un gol en el primer partido en el Gasómetro. El encuentro concluyó con victoria de dos a uno para San Lorenzo y Elisardo quedó como parte del recuerdo.
Una anécdota que demuestra que los lazos que ligaron al Santo y al Globito en sus orígenes son mucho más fuertes de lo que la mayoría supone. Elisardo siguió con su carrera en Del Plata (el equipo de los puesteros del viejo mercado que tenía ese nombre) y más tarde en otros clubes. También es importante señalar qué sucedió con los otros dos atletas que se iniciaron con Fernández. Para 1912, Antonio Salgado había abandonado la práctica activa del fútbol. Mientras que Dell Isola, tras una participación activa en la dirigencia de Huracán. pasó a Vélez junto a otros compañeros y a comienzo de 1917 pidió el pase para jugar en San Lorenzo. Historia de primos, casi de la misma familia.
*Socio del CIHF (Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol).
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