viernes, 21 de octubre de 2016

Cómo cambió el vocabulario del fútbol a través del tiempo.

El periodista e historiador uruguayo nos invita en esta oportunidad a recorrer el riquísimo vocabulario futbolero. Desde aquellas palabras que muchos aprendimos de chiquitos (o botijas, en la orilla oriental del Río de la Plata) en la popular de algún estadio, hasta los términos que se incorporaron con los tiempos modernos y los medios masivos de comunicación. Así como los más jóvenes, acostumbrados al lenguaje actual, encontrarán el porqué de muchas expresiones futbolísticas, los que peinan canas podrán entender los códigos del tercer milenio.


Por Luis Prats (uruguayo, autor de La crónica Celeste, socio del CIHF). 


El promisorio entreala le hizo al goalkeeper un gol de biógrafo 
“¿Viste el gol de biógrafo que el entreala le hizo a nuestro goalkeeper?”, dirá el hincha veterano a su colega joven, y éste lo mirará como si hablara en chino. Salvo los colores de las camisetas, todo cambia en el fútbol: las figuras, las tácticas, los torneos, los campeones, y también su jerga. De esa forma, los aficionados de hoy se sorprenden cuando ven la grabación de un partido de algunas décadas atrás tanto como leer o escuchar lo que en su momento se dijo de ellos.
Gran parte del antiguo vocabulario corresponde a las expresiones originales en inglés, referidas a los puestos de los jugadores o a las diversas instancias reglamentarias del juego. Con el tiempo, el castellano encontró sus propias palabras para referirse al goalkeeper o al referee, aunque en algunos casos el hincha prefiere seguir utilizando las denominaciones que trajeron los pioneros británicos del fútbol, a fines del siglo XIX. Los cronistas deportivos realizaron, a través de los años, sus propios aportes al glosario. Con la intención —no siempre cumplida— de ofrecer un lenguaje más florido y otras veces para evitar las repeticiones de palabras, regalaron innovaciones como brega, ágiles o esférico. Este es un repaso de algunos de aquellas expresiones que también hicieron el fútbol en el Río de la Plata: 
Ágiles: Sinónimo de futbolistas (o de delanteros), aunque no siempre lo fueran. 
A la carga Barracas (o Reformers): Grito de combate del equipo de Barracas en Argentina o Reformers en Uruguay, en las épocas del fútbol amateur, llamando a todos sus jugadores a ir al ataque, aun de forma confusa y desordenada. 
Auredi: Los criollos escuchaban a los británicos que trajeron el fútbol a estas playas preguntar “All ready?” (“¿Todos listos?”), antes de iniciar sus partidos y copiaron la expresión, seguramente sin entender su significado ni preocuparse por la pronunciación. 
Back: Zaguero. Es la denominación inglesa que más perduró, en gran medida por ser la más fácil y breve. 
Back escoba: el zaguero sin referencia de marca personal que barría la defensa. Hoy se le llama líbero. 
Brega: Sinónimo de partido que gustaba a muchos relatores pero ningún hincha usaba. Nadie dijo nunca: “¡Que buena brega la de ayer!”. 
Cachabandera: Hincha o jugador que cambiaba de club. 
Centro forward: Centro delantero, en inglés. La palabra forward alcanzaba a los cinco futbolistas que en tiempos ya lejanos formaban el ataque de todos los equipos. 
Chumbazo: Remate muy fuerte, como el disparo de una escopeta de chumbos. 
Ciudadela: Metáfora del arco, que exigía asaltos casi bélicos y defensas heroicas. 
Coach: entrenador, director técnico. 
Combinaciones: pases. “¡Qué bien que combinan el puntero y el entreala!”, comentaba el público. 
Combinado: Seleccionado. 
Cooperadores: Esta sí que es antigua. Así les decían a los aficionados de un club antes que se usara la expresión "hinchas".
De cachetada: Remate realizado con la cara interna del pie. Hoy es llamado chanfle. 
De mondonguillo: Jugada de gran dificultad, que consistía en pegar a la pelota hacia arriba con los dos tacos, saltando con las piernas juntas. Hace mucho que no se ve en un campo de juego de primera división. 
Eje delantero: centrodelantero. 
Entreala: Cuando la línea de ataque la formaban cinco hombres, había un ala derecha y un ala izquierda, formadas por el puntero y otro futbolista que actuaba a su lado, hacia el centro del campo. Este era el entreala. Con el tiempo las alas volaron y el entreala se integró a la multitud que actúa en el mediocampo. 
Entusiasta: Eufemismo utilizado por los cronistas benévolos para calificar a los futbolistas que corrieron mucho pero jugaron mal. 
Esférico: Sinónimo que encontró el periodismo para no repetir demasiado la palabra pelota, ya que “bola” no sonaba bien. 
Field: Campo de juego, en inglés. La palabra sobrevive casi únicamente en el organismo que administra el Estadio Centenario en Montevideo: Comisión Administradora del Field Oficial, o sea CAFO. 
Fóbal: Deformación de football, tanto para llamar al deporte como a la pelota. 
Fulbo: Deformación de la correcta pronunciación de football, también para el deporte o la pelota. 
Futbolers: Otra deformación, correspondiente del vocablo inglés footballers, futbolistas. 
Goalkeeper: Arquero, en inglés. 
Gol de biógrafo: Gol tonto. En sentido literal sería “gol de cine”, según la denominación que muchos daban al séptimo arte, casi cuando era en blanco y negro y mudo. 
Half (Jas): En inglés, medio. En la línea media, quienes marcaban las puntas eran el half derecho y el half izquierdo, jases según la deformación idiomática. En el centro, actuaba el centre half o centrojás. También se utilizaba, aunque menos, la expresión half backs. 
Heading: Cabezazo, en inglés. 
Insider: Denominación del entreala en inglés, según lo escribían los diarios. Los hinchas los llamaban insai. 
Las defensas superaron a los ataques: Sintética explicación de los viejos periodistas para los partidos que terminaban sin goles. Curiosamente, nunca se afirmaba que “los ataques superaron a las defensas”, si se convertían muchos goles. 
Línea media: En el sistema de juego conocido como “método” y con la formación de los hombres en el campo en 2-3-5, la línea media constituía el sector central del equipo, con dos hombres marcando las puntas y otro en el medio. 
Linesman: Juez de línea. Hombre en la línea, en inglés, más conocido en la tribuna por laiman. 
Pesto: Triunfo amplio, con baile incluido. “Les dimos un pesto bárbaro”, era la frase que todo hincha soñaba decir a su rival. 
Piloto: Centro delantero. Se terminó aplicando a todos los jugadores que ocupaban el centro del ataque, aunque en rigor denominaba al delantero organizador del ataque, que “piloteaba” al equipo. 
Porfía: Sinónimo de partido, aunque suena más bien como un duelo de porfiados. 
Promisorio: Jugador joven, que prometía, allá por 1940... Habría que ver si cumplió. 
Referí: Pronunciación de referee, árbitro. En Argentina sobrevivió más tiempo que en Uruguay. 
Segunda puntada: es el medio punta de hoy, con la diferencia que antes, con el esquema 4-2-4, era el cuarto delantero que bajaba al mediocampo para armar la jugada. Actualmente está repleto de medias puntas y faltan puntas. 
Scorer: Autor del gol, en inglés, derivado de score, tanteador. 
Scrimage: Jugada confusa en el área, generalmente derivada de un centro, con participación de numerosos futbolistas. Era el terror de los relatores: cuando sobrevenía un gol, era arduo identificar al autor. 
Shot: Tiro, en inglés. De ahí derivó shoteador, innovación idiomática para presentar a quien remataba al arco. 
Stadium: estadio, en latín, derivado del griego stadion, medida de longitud que luego se identificó con los escenarios de las carreras olímpicas. Con el tiempo agregó lugares para los espectadores y así nació el estadio como estructura arquitectónica. 
Team: Equipo, en inglés. 
Throw in: Forma elegante y complicada de mencionar el saque de costado, "óbol" o "augol" en su pronunciación deformada. 
Winger, wing: Expresiones inglesas que denominaban al puntero, más utilizada en Argentina que en Uruguay. De cualquier manera, ya no existen ni los punteros. 
WM: Sistema táctico que puso de moda el club londinense Arsenal en los años ’30, así llamado porque la posición de los jugadores en la cancha formaba esas letras. Con los actuales sistemas numéricos, sería un 3-2-2-3. El invento llegó aquí una década después, poco antes de pasar de moda, aunque despertó intensas polémicas sobre sus bondades y sobre si tal o cual equipo lo practicaba. 
Debe aclararse que hay palabras inglesas que siguen usándose porque su traducción nunca terminó de convencer al hincha, como córner, en vez de tiro de esquina. Otras sobrevivieron en su pronunciación, como orsai por off side y óbol por out ball. La prensa escrita prefiere casi siempre anotar posición adelantada o saque de costado, pero costará encontrar algún aficionado en la tribuna que ante la posición solitaria del delantero rival frente al arco exclame “¡posición adelantada!”. 
Los términos modernos 
Con dos carrileros, un enganche talentoso y un punta con explosión se puede lograr el balance de un equipo competitivo. Adiós al back escoba, al entreala y al centre forward, ahora cualquier equipo de fútbol necesita un líbero, un enganche talentoso y un punta con explosión. Sin embargo, se puede estar hablando de idénticas funciones ante una tribuna desorientada. En los últimos años, el vocabulario futbolero se expandió —lo cual no significa necesariamente que se haya enriquecido— con nuevos aportes, algunos derivados de innovaciones tácticas y otros aportados esencialmente por periodistas y directores técnicos. Si un hincha joven no entiende cuando se le habla de porfía, insider o scrimage, un aficionado entrado en años también se sorprende al escuchar pressing, equilibrio y desequilibrio, apertura y relevos, por más que se refieran a situaciones de juego que se ven en las canchas desde hace años. 
Por supuesto que el fútbol de hoy es mucho más complejo que aquel que introdujeron los británicos hace 120 años, pero muchas veces se lo describe con términos tan rebuscados que parece haberse convertido en otro deporte. En algunos casos, no hay más remedio que utilizarlos, pues describen por ejemplo una jugada o una función en forma directa e inequívoca para los iniciados. En otros casos, los vocablos parecen formar parte de una jerga cara a tecnócratas del deporte (debe admitirse que la propia palabra tecnócrata pertenece a otra jerga moderna). La pretensión de originalidad determina además la invención de apodos y hasta palabras por parte de relatores y cronistas, que a veces pegan y se difunden entre el público, y en otras simplemente permanecen como una muletilla del comunicador.
Aquí va un glosario moderno, para no quedar demasiado desacomodado al escuchar o leer sobre fútbol. O, como se dice ahora, quedarse sin respuesta. 
Achique: Acción de la defensa que se adelanta después de despejar la pelota, con la intención de dejarle menos espacios al ataque rival y, sobre todo, para provocar el off side. 
Aguante: Actitud de resistencia de la hinchada frente a las agresiones, verbales o físicas, de sus rivales, así como ante los malos resultados. “No tener aguante” representaría entonces una mancha ominosa para un equipo o sus partidarios. Además, aguantar un partido es mantener un resultado en condiciones desventajosas. 
Apertura: Además del torneo que abría el año en Uruguay y lo cerraba en Argentina, es un sinónimo de pase. 
Arrugar: Caída de nivel de un equipo, con mucho de afrenta, cuando el partido se presenta difícil. También se lo utiliza en la expresión arrugue de barrera, cuando los jugadores que la forman se mueven ante un tiro libre y dejan pasar la pelota. 
Balance: ver Equilibrio. 
Carrilero: Jugador que actúa por los costados del campo, algo más adelantado que un marcador de punta pero más atrás que un puntero. En todo caso, intenta remediar la desaparición de éstos. 
Competitivo: Un equipo actual no necesariamente debe ser bueno, alcanza con que sea competitivo. Es la capacidad de poder enfrentar a otro sin pasar papelones. 
Complicar: Ya no se dice tanto que un equipo le resultó difícil a otro, o simplemente que jugó mejor, sino que “lo complicó”. 
Contratista: En Argentina se lo llama “intermediario”, lo cual describe mejor su tarea, que es representar a los futbolistas al hacer sus contratos con los clubes o gestionar sus transferencias. En Uruguay sus funciones son más amplias: organizar el fútbol, comprar y vender jugadores, colocar entrenadores, adquirir los derechos de TV y la Selección.
Derechos federativos: La “potestad” que posee un club de utilizar a determinado futbolista, aunque en realidad no sea propietario de su pase, que frecuentemente pertenece a un contratista, una empresa u otro club. 
Desengancharse: Defensa que pasa al ataque, “desprendiéndose” de su sector. 
Desequilibrio: Lo que hace un jugador de mayor calidad que la media para destruir el equilibrio y el balance. 
Destrucción: acción de marcar, aunque no necesariamente implica la destrucción física del adversario. 
Dinámica: Lo que nunca hay en el fútbol uruguayo. Capacidad de los jugadores de moverse por todo el campo. 
Ejercicios precompetitivos: Precalentamiento. 
Encontrar los espacios: Acierto de los jugadores de un equipo para zafar de la marca rival. En un fútbol tan cerrado como el actual, encontrar un espacio sin gente parece casi tan importante como un gol. 
Enganche: Futbolista que trabaja entre los mediocampistas y los puntas, “enganchando” ambos sectores del equipo. Habitualmente es el talentoso del cuadro. 
Equilibrio: Lo que debe tener todo equipo, según buena parte de los directores técnicos, atribuyéndole similar importancia a la defensa y al ataque. En general, es una forma de decir que están más preocupados por defender que por atacar o la explicación para hacer entrar a un mediocampista en lugar de un delantero. 
Explosión: Virtud descubierta recientemente en los delanteros, que no equivale a una violenta detonación sino a la capacidad resolutiva frente al arco adversario. Expresión cara a los periodistas argentinos. 
Figura táctica: la forma en que se disponen los futbolistas en el campo de juego, cubriendo sus diferentes sectores. Los técnicos a menudo reclaman a sus dirigidos “mantener la figura táctica”, lo cual supone conservar esas posiciones más allá del lugar por donde corra la pelota. 
Firmar el empate: Confesión de técnicos y/o jugadores de un equipo en la antesala de un compromiso muy exigente, sobre todo en el exterior, dispuestos a todo para lograr un empate, como si fuera posible arreglar de antemano el resultado contra un equipo obligado a ganar. 
Funcionamiento: Apreciación de un equipo desde un punto de vista mecánico: cuando juega bien, se suele decir que “tiene funcionamiento”. 
Gol de oro: Sistema dispuesto por la FIFA para decidir los partidos que llegan a los 90 minutos con empate, otorgando el triunfo al equipo que logra el primer gol en el tiempo suplementario. También se lo conoce por el lúgubre nombre de muerte súbita, porque el partido termina con ese gol. Después se inventó es el “gol de plata”, que no es fatal pero casi. 
Habilitar: Pasar la pelota a un compañero, generalmente ubicado cerca del área rival. Habilitado está el jugador que recibe ese pase sin encontrarse en posición adelantada. 
Incentivación: Variante de la motivación, cuando la misma se origina en la contribución monetaria de un tercer club interesado. Por ejemplo, A ya no tiene chance en el torneo, pero enfrenta a B, que es el rival de C en la tabla. C promete entonces un premio a A en caso de que venza a B. Es una suerte de soborno al revés. 
Lateral: Marcador de punta. También saque de costado. En suma, todo lo que pasa por la punta. 
Líbero: Libre, en italiano. Es el defensa sin referencia personal de marca, que se dedica a cubrir a sus compañeros de zona. 
Media punta: Puede ser tanto el enganche como un delantero que arranca desde más atrás que los puntas habituales. En todo caso, un hombre que juega entre los mediocampistas y los delanteros. 
Motivación: Lo que siente un equipo cuando está obligado a obtener los puntos en disputa, visto como un aliciente. “Estamos motivados porque es un partido decisivo”, diría un futbolista. 
Pase al vacío: no se trata de una jugada realizada en el espacio exterior, donde no hay ni aire, sino el pase dirigido a un sector del campo donde no hay jugadores, para que un compañero busque allí la pelota. 
Pelota dividida: No es una número cinco cortada al medio, sino la acción en que dos jugadores adversarios compiten por obtener la pelota. 
Pelota quieta: Tiro libre. Cuando se afirma que tal equipo hace muchos goles de pelota quieta significa que las jugadas de gol derivan de tiros libres, pues para entrar al arco la pelota debe moverse, necesariamente. 
Poner la bañadera: Estrategia ultradefensiva en la jerga uruguaya. Si bien la expresión bañadera, para referirse a un micro (en su origen, blancos y sin techo), es bastante antigua, la táctica de mandar a casi todos los hombres a la defensa, como si se pusiera delante de su arco el vehículo en el cual llegaron a la cancha, forma parte de los tiempos más recientes del fútbol. 
Presión: Lo que siente un equipo cuando está obligado a obtener los puntos en disputa, visto como una carga. “Nos sentimos presionados porque era un partido decisivo”, explicaría un futbolista. 
Pressing: Marca de los delanteros sobre los defensas rivales, procurando obstaculizarlos en el inicio de la jugada. La selección de Holanda puso de moda este recurso en 1974. 
Primer (segundo) palo: Los palos no están numerados, pero la expresión identifica al palo más cercano y al más lejano, respectivamente, cuando el delantero remata desde un costado o se ejecuta un córner. Es una barbaridad decirlo cuando se tira desde el centro del campo: por ejemplo, un penal no se puede enviar al primer palo (tampoco al segundo, claro). 
Proceso: Pomposa forma de calificar la gestión de un director técnico al frente de un equipo, especialmente la selección nacional. 
Punta (s): La actual denominación de los delanteros. Se trata de los hombres que juegan más adelantados en un equipo, por lo general dos o incluso apenas uno. Todavía no ha llegado la fórmula sin puntas, pero ya se inventará. 
Relevo: El jugador que baja a la defensa para cubrir a un compañero de ese sector que se suma al ataque. 
Repatriado: Futbolista uruguayo que actúa en un club extranjero y regresa al país para defender a la Selección. Alternativamente, fue mala palabra o solución milagrosa de los problemas del seleccionado. Argentina también los tiene pero no los llama así. 
Stopper: Término en inglés que identifica al defensa que hace marcación hombre a hombre sobre un rival. 
Talentoso: Futbolista de mayor habilidad e inteligencia que el resto. 
Tarjetear: Curioso verbo aplicado por los árbitros que apelan a las tarjetas amarillas y rojas para mantener la disciplina en un partido. 
Tener respuesta: La forma en que un equipo enfrenta las alternativas de un partido. Generalmente se aplica desde un punto de vista negativo, es decir, “no tener respuesta”. Si se dice: “Venezuela no tuvo respuesta ante el planteo de Brasil”, el hincha entiende bien que los brasileños le dieron un baile a los venezolanos. 
Último hombre: No se trata del último hombre sobre la Tierra, sino el último jugador antes del arquero, visto desde el punto de vista de los delanteros rivales. Si el último hombre derriba a un adversario, es muy probable que recibirá tarjeta roja. 
Volantear: El volante es el mediocampista y volantear vendría a ser la acción del hombre que se desplaza al mediocampo para jugar allí. 
Imagen de Riquelme, clásico media punta. Del archivo de Clarín.


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