martes, 21 de noviembre de 2017

Daigo Tenno un crack del 900

Japón, 20 de mayo de 905. Jornada de kemari. El citado, logró una marca de 206 golpes al balón sin que éste tocase el suelo.

Por Jorge Gallego (socio del CIHF)

Daigo Tenno era el Emperador del Japón (Tenno: emperador); tenía  20 años. Fue el soberano nº 60;  gobernó desde 897 a 930.

El kemari  japonés es una de las formas balompédicas más antiguas (desde el siglo VII). Consiste en evitar que la pelota toque el suelo; esto sólo con la ayuda de los pies y mediante pases al resto de los jugadores. No es de carácter competitivo. El primer escrito conocido sobre sus reglas data de 1096.

Definiciones: mariashi  (jugador en acción);  mari (pelota- c. 25 cms. de diámetro, cubierta de cuero de ciervo y relleno de aserrín); kikutsubo (pista de juego) y  kariginu (vestimenta)..

Comenzó siendo un juego aristocrático para luego popularizarse.

Las diversas formas de fútbol  a  través de los siglos, fueron violentas y muy competidas; el kemari fue una excepción.

Grandes malabaristas del balón (futbolistas o no) han surgido más tarde. Con distintas pautas de exhibición han logrado records increíbles.

Dan Magness, británico, logró (2010) los dos records de balón en el aire: en tiempo y también recorriendo distancias. En Hong Kong mantuvo el balón 26 horas (usó pies, muslos, cabeza y hombros). Antes,  recorrió 48 kms. (Londres) sin dejar caer el balón. En el trayecto visitó los cinco estadios de 1ª Div. de la capital.

La brasileña Milene Domingues (nació en San Pablo 1979) logró el récord femenino de balón en el aire (1997):  durante  9 hs. 06 min. concretó  55.197 “toques”. Por su casamiento (duró cuatro años) con RONALDO Luiz Nazario de Lima, se le apodó “Ronaldinha”. Jugadora profesional,  alistó  para su país en el Mundial de Estados Unidos (1993)..

Desde los jardines imperiales de Kyoto (Daigo), a los modestos campos de Villa Fiorito (Diego) o Baurú (Pelé), es evidente que las formas de “hacer jueguito” han superado el milenio de existencia. 

Y no ha importado la condición social o el entorno de los protagonistas.

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