miércoles, 15 de agosto de 2018

Boca y Barcelona. Con las dos camisetas.

Pocos pero muy buenos.

Por Oscar Barnade, socio del CIHF. También publicada en Clarín.

Barcelona, siempre poderoso en España y uno de los grandes equipos del fútbol mundial, siempre tuvo un vínculo especial con Argentina. Y se profundizó desde la incorporación de Lionel Messi, cuando apenas era un adolescente. La Pulga debutó en 2004 y se transformó en su máxima figura, en el máximo goleador histórico. Luego llegó Javier Mascherano y se convirtió en el 22° jugador argentino en vestir la blaugrana. De ellos, solo dos jugaron en Boca.

Diego Maradona tenía apenas 16 años y el Barcelona ya se había fijado en él. Tardó seis años en lograr su objetivo. Antes, Diego brilló en Argentinos, fue cinco veces consecutivas goleador del fútbol argentino y se coronó con Boca campeón del Metropolitano de 1981, justo un 15 de agosto pero de hace 37 años. Ese año disputó 40 partidos y marco 28 goles.

El Diez pasó de Argentinos a Boca a préstamo con opción de compra. Como Boca no pagó todas las cuotas, el Bicho siguió siendo dueño de los derechos federativos y económicos del jugador. Barcelona se lo compró a Argentinos, pero finalmente Boca cobró un 33 % del pase. Significó un verdadero récord en 1982: 10 millones de dólares. Sin embargo, según Javier Roimiser, historiador de Argentinos Juniors, la transferencia completa se hizo al menos por 12 millones de dólares.

Maradona jugó dos temporadas en el equipo culé, hizo 38 goles en 58 encuentros y ganó la Copa del Rey y la Copa de la Liga en 1983. El técnico del equipo fue César Luis Menotti, el único de los tres técnicos argentinos que dirigieron al Barcelona y también a Boca. El Flaco, que había jugado en el xeneize entre 1965 y 1967, fue entrenador durante la temporada 86/87.

Tampoco pasó inadvertido para el Barcelona el talento de Juan Román Riquelme, ídolo de Boca, el mejor jugador del fútbol argentino de las últimas dos décadas. Román llegó desde las inferiores de Argentinos y debutó en Boca en 1996. Para 2002 ya había demostrado toda su calidad y había conquistado seis títulos. Pero tuvo un paso fugaz por el club catalán. En apenas una temporada disputó 42 partidos, marcó 6 goles y no ganó títulos. Luego continuó su carrera en Villarreal y regresó a Boca en 2007 y luego en 2008 hasta 2011. Completó 388 encuentros, anotó 89 goles y ganó 11 títulos.

Antes de Maradona, Menotti y Riquelme, el uruguayo Alcídes Silveira fue el primer eslabón entre Barcelona y Boca. Surgido de Sudamérica, el volante jugó en Independiente entre 1960 y 1962 y luego emigró al Barcelona. Actuó media temporada y a fines de 1963 arregló con Boca. Se quedo hasta 1968.

Hubo otros jugadores que estuvieron cerca de jugar en el Barcelona y tuvieron paso por Boca. Lo detalla muy bien Roberto Martínez en su excelente libro Barçaargentinos. Uno es Armando Mario Husillos, quien jugó en Boca entre 1977 y 1980. En 1984 actuaba en el Murcia y fue invitado por el Barcelona para disputar la Copa Trasatlántica en Estados Unidos. Y vistió la camiseta del Barça ante Cosmos (3-5) y frente al Fluminense (2-2). Apenas esos dos amistosos.

Alberto Tarantini se inició en Boca y fue el primer jugador en quedar libre por la cláusula del 20 por ciento. Por eso el Mundial de 1978 lo disputó como jugador de AFA, ya que no tenía club. Después del título, el Conejo viajó a Barcelona para arreglar su incorporación, que se confirmó el 2 de agosto a cambio de 100 mil dólares (Tarantini era dueño de su pase). Sin embargo, el club catalán tenía completo el cupo de dos extranjeros y como el defensor no pudo solucionar el tema de la ciudadanía, finalmente terminó jugando en el fútbol inglés.

 Osvaldo Norberto Santos nació en Bahía Blanca, se inició en Huracán de su ciudad, jugó en Lanús y a los 21 el club catalán lo fichó para jugar en el Barcelona B (entonces, Barça Atlétic). Tenía la nacionalidad española ya que su padre había nacido en Salamanca. Jugó una temporada en el Barcelona B (19 partidos). Luego actuó en Valladolid, Deportivo Quito de Ecuador y en 1978 se incorporó a Boca, en el que jugó hasta 1980.

El último caso, que no llegó a jugar en la primera de Barcelona,  es del de Sergio Araujo, surgido de Boca, debutó en 2009 y en 2012 fichó para jugar en el Barcelona B, el equipo de Segunda del club catalán en el que también jugó Messi. Araujo, hoy en el AEK de Atenas, disputó 24 partidos (2) goles en Boca y 34 partidos (7 goles) en el Barcelona B en la temporada 2012/13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario