jueves, 10 de noviembre de 2016

Así contó el viaje a Brasil en 1908 un jugador argentino.

Hoy, nuestro vicepresidente publicó una excelente nota en el diario Clarín. La foto que publicamos salió en el diario The Buenos Aires Herald, el 1° de septiembre de 1908. 

Por Oscar Barnade, vicepresidente del CIHF.

Las citas forman parte de las memorias de Frederick Sidney Dickinson, a las que el historiador Víctor Raffo tuvo acceso cuando escribió el libro de la historia del Old Georgian Club.
"Pasamos sólo una semana en Sao Pablo, durante el cual fuimos llevados a todas partes y tratados como sólo los brasileños pueden tratar a sus huéspedes: como príncipes".
"El día después de llegar, jugamos un partido entre nosotros: Alumni versus El Resto. Estos últimos ganaron 4-1".
"Es poco lo que se puede decir de los partidos. Fuimos ciertamente superiores, y, en el primer juego, solo una serie de accidentes y mala suerte salvó a los Extranjeros de la derrota. El resultado fue un empate 2-2. Luego, con algunos cambios, vencimos 6-0 al San Pablo United”.
"Nuestros últimos oponentes en San Pablo fueron los Brasileños, que jugaron bien hasta que abrimos el marcador a unos veinte minutos del comienzo. Luego cayeron del todo, y la segunda mitad fue una especie de picnic alrededor de su arco. Finalmente ganamos 4-0, pero el marcador podría haber sido muy fácilmente como de hasta diez a nuestro favor. El campo de juego en San Pablo, el Velodromo, es un poco pequeño, muy duro y un poco áspero, pero los vestuarios, baños, duchas, etc., podrían ser copiados por nuestros clubes en Buenos Aires".
Ya en Río de Janeiro "La parte futbolística de nuestro programa fue un gran éxito aquí también, ya que vencimos a los brasileños 3-2, los Extranjeros 7-1, y al combinado de equipos de Río 3-0.
“El fútbol en Brasil no es comparable al fútbol aquí. Nos cruzamos con cuatro o cinco jugadores muy buenos, pero por regla general, no son buenos pateadores. Teníamos una gran ventaja sobre ellos en el cabezazo. Ellos están algo inclinados a ser egoístas, y pierden el corazón tan pronto como se ponen en desventaja. Pero no es justo hacer comparaciones, ya que sólo han estado jugando fútbol seriamente por alrededor de cinco años, y van a mejorar. La muchedumbre se comportó espléndidamente, y esos insultos personales y comentarios repugnantes a los que estamos acostumbrados aquí, fueron notables por su ausencia. La cancha del Club Fluminense de Río, donde jugamos nuestros tres partidos en esta hermosa capital, es algo magnífico, la mejor que he visto, incluso en Inglaterra, siendo como una mesa de billar, poseyendo un césped que cualquier club sería feliz de tener para su campo de cricket".
“Camino de regreso, el buque que nos transportaba pasó por Santos, donde jugamos un partido ante un combinado de clubes de Santos y San Pablo, al que vencimos 6-1. Cada tiempo duró media hora porque el calor era insoportable, y al finalizar el primer tiempo estábamos en desventaja por primera vez en la gira".


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